Espiritualidad. Jueves 16 de julio de 2020.
Por Herlinda Gamboa. Voz Julitze Maryurel.
El Escapulario un signo exterior cargado de Interioridad y sentido
Nuestra forma de entender el mundo y de entendernos pasa por crisis que generan cambios. Ahora, después de años en que el hombre pretendió acercarse a la realidad desde la razón que domina y controla, se vuelve a valorar, como formas de comprensión, la poesía, la capacidad de asombro, la sorpresa, el símbolo, los signos. Desde aquí podemos entender mejor el Escapulario.
Los signos son pequeños: un poco de pan, un niño, una lágrima, un beso, un trozo de vestido…, pero simbolizan mucho, expresan mucho.
Son como ventanas abiertas que nos permiten captar un amplio horizonte.
El Escapulario, signo pobre, nos abre de una forma sencilla al estilo de vivir evangélico de María, a su espiritualidad, alimenta sin darnos cuenta el cariño hacia la Madre, nos hace sensibles a la presencia amorosa de la Virgen en nuestra vida.
«Quien se reviste del Escapulario se introduce en la tierra del Carmelo, para comer sus frutos y sus productos, y experimenta la presencia dulce y materna de María, en su compromiso diario de revestirse interiormente de Jesucristo y de manifestarlo vivo en sí para el bien de la Iglesia y de toda la humanidad».
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.