Espiritualidad. Domingo 26 de julio de 2020.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Motivos para alegrarse y cultivar la alegría
En estos tiempos tan duros, sobran motivos para estar tristes, angustiados y deprimidos, crece la incertidumbre, el miedo, la desesperanza y muchos entregados por completo a la tarea cada día más difícil de sobrevivir; parecen resignados sin espíritu ni fuerzas para seguir trabajando por una Venezuela que nos posibilite a todos la vida digna a la que tenemos derecho.
Pero Jesús resucitado se presenta siempre como un dador de paz y de esa alegría profunda que mana de adentro, de la paz del corazón y de la seguridad de que uno está cumpliendo lo mejor posible con su deber; alegría que se convierte en coraje para continuar nuestra misión como constructores de una nueva humanidad.
Por ello, estos son días para cultivar la alegría, celebrar la vida y cantar con los poetas, vendrá un día más puro que los otros, estallará la paz sobre Venezuela como un sol de cristal, un fulgor nuevo envolverá las cosas, los hombres cantarán en los caminos libres del miedo y la violencia.
La paz crecerá sobre los restos de las armas destruidas y nadie verterá la sangre de su hermano, Venezuela será entonces de las fuentes y las espigas que impondrán su imperio de abundancia y frescura para todos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
