Espiritualidad. Jueves 20 de agosto de 2020.
Por Pedietri Ramírez.
La esperanza como don
Hablar de esperanza es hablar de un don, un regalo de Dios a través del conocimiento y relación personal con su hijo Jesús.
La esperanza es esa fuerza que nos concede el Espíritu Santo para superar situaciones que nos retan, que nos anima a buscar soluciones como miembros de una familia. Esa fuerza que nos ayuda a superar situaciones de injusticia, conflicto e individualidades a lo interno de nuestros barrios, veredas y edificios, con nuestros vecinos; buscando conformar comunidades fraternas y solidarias.
El ser humano construye su historia de vida cuando se traza metas y las conquista. Esto lo capacita a seguir apostando, dar lo mejor de sí, no retroceder y a realizar todo lo que está a su alcance para lograrla, confiando todo en manos de Dios, que quiere su bien y lo acompaña a lo largo de su historia personal.
Decir:” A Dios rogando y con el mazo dando” evoca lo importante y necesario de trabajar por un sueño, por esa meta que se quiere lograr, pero sin perder de vista que el Señor nos acompaña, anima y auxilia cuando le necesitamos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.