Tips para discernir la realidad. Jueves 13 de agosto de 2020.
Por Antonio Pérez Esclarin.
Pandemia y democracia
Una nación cuyas leyes no protegen los derechos de los más débiles, en especial el derecho a la salud y la vida, no es democrática y resulta inhumana. La acción contra la pandemia puede usarse para fortalecer posturas autoritarias, a favor de los privilegiados y marginando más todavía a los más débiles.
Necesitamos contagiar la solidaridad y ternura del pueblo sencillo que escucha, comparte y trabaja unido; el sanitario que arriesga su vida por salvar a otros, del funcionario, que más que cumplir la ley, busca servir a la persona.
Ojalá, que al enfrentar la pandemia, aprendamos normas de convivencia basadas en la ley y la justica, aplicadas desde la compasión por los más débiles, donde no haya ganadores ni perdedores, sino un pueblo que aprende a sobrevivir por la colaboración y la solidaridad.
La pandemia debe impulsarnos a trabajar con más coraje, por una Venezuela sana y sanadora, donde todos tengamos por igual derecho a la salud, a servicios de calidad y a un trabajo digno y bien remunerado, donde nadie se sienta con derecho a decidir lo que los otros deben pensar, creer, hacer, comer, compartir, donde sintamos una gran aversión y hasta nauseas, ante la deshumanización de los que pretenden utilizar la pandemia para lucrarse o para fortalecer su poder.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.