Una Palabra Oportuna No. 587

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palabra

Oración de la noche. Domingo 23 de agosto de 2020

Por Javier. A. Fuenmayor, SJ.

Qué bueno es poder estar delante de ti, Dios de la vida y el amor. Actualizo tu presencia serenando mi espíritu. Aquieto el corazón para recoger el día bajo tu mirada misericordiosa.

Mi alma manifiesta una gratitud muy grande hacia ti Padre Bueno de los cielos por tanto bien recibido. Todo es gracia que desciende de lo alto. La mayor gracia es que Tú estás con nosotros.

Me detengo a rememorar la jornada. Focalizo esas experiencias donde te has revelado de forma particular y significativa. Quiero percibir el paso del Espíritu que sigue alentando la vida desde la interioridad. Me impulsas hacia la plenitud y la felicidad. Quiero ser consecuente con tu voz.

Te pido que pueda conocerte realmente como eres Jesús. Que pueda afirmar como Pedro: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16,16). Pero no desde las imágenes que pueda elaborar de ti desde mi parecer, sino tal y como tú te nos revelas.

Jesús, que pueda conocerte y amarte cada día más.

Reconcilia mi vida con tu misericordia. Te pido perdón por todos mis pecados. Soy pecador y necesito convertirme cada día.

Señor, te alabo y te bendigo.

Me uno a las palabras de san Pablo: “…todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él. A Él la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Rom 11,36).

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.