Oración de la mañana. Viernes 28 de agosto de 2020.
Por Herlinda Gamboa. Voz Julitze Maryurel.
Cafecito de la esperanza
“Si haces la paz, hazla por amor. Si te lamentas, laméntate por amar. Si corriges, corrige por amor… Procura que el amor eche raíces en tu alma. De esa raíz solo puede nacer el bien”.
Señor Jesús, en este día especial celebramos con nuestro café el testimonio y experiencia de un gran buscador, San Agustín. Lo invitamos a compartir este espacio contigo. Lo hacemos escuchando su testimonio. «Estabas conmigo y yo estaba fuera de mi mismo. Por eso te buscaba fuera. Estás conmigo y yo no lo sabía. Me mantenían alejado de ti aquellas cosas que sin ti no existirían. Me llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera. Brillaste, resplandeciste, ahuyentaste mi ceguera. Derramaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti. Gusté, tuve hambre y sed. Me tocaste y ardo en deseos de tu paz.
Que yo te conozca, Dios mío, de modo que te ame y no te pierda. Que me conozca a mí mismo, de tal manera que me desapegue de mis intereses y no me busque vanamente en cosa alguna. Que yo te ame, Dios mío, riqueza de mi alma, de modo que esté siempre contigo. Que muera a mí mismo y renazca en ti. Que sólo tú seas mi verdadera vida y mi salud perfecta para siempre».
«El amor debe estar presente en todos los acontecimientos de nuestra vida y debe ser la raíz de todas nuestras motivaciones». Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.