Espiritualidad. Martes 15 de septiembre de 2020.
Por Mireya Escalante.
Enseñanzas de una madre. Juan (19, 25-27)
En la palabra de hoy, Juan nos describe el momento en el que Jesús nos deja a María como nuestra Madre. Y termina el texto con esta frase: “y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él”
También nosotros desde entonces, la llevamos a nuestra casa, a nuestro corazón…
Es la oportunidad -al tenerla tan cerca – de aprender de ella…
A estar atentos de los pequeños detalles para ayudar al otro, como lo hizo María en la fiesta de Caná.
A tener su valor y ese gran amor, para estar al pie de la cruz. Hoy hay muchos cristos crucificados: los que padecen enfermedades, los que están en pobreza crítica, los torturados, los que se sienten solos y abandonados. Y como ella, nuestra madre, también tenemos que estar al pie de esas cruces.
A aprender a sembrar en el corazón la palabra de su Hijo para transformarse en frutos de amor al otro.
Pidámosle que por favor nos ponga con su Hijo, para que Él nos ayude a parecernos a ella.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
