Una Palabra Oportuna No. 646

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Espiritualidad. Lunes 21 de septiembre de 2020.

Por Antonio Pérez Esclarin.

Contemplativos en la acción

El objetivo último de los ejercicios espirituales de San Ignacio, es convertir a las personas en hombres y mujeres para los demás con los demás, que en todo amen y sirvan a todos y sean contemplativos en la acción.

En Jesús podemos encontrar una síntesis perfecta entre contemplación y compromiso. Fue hombre de Dios, pero fue también hombre de los hombres, hombre para los demás.

En la oración Jesús alimentaba su fe, su fidelidad y sobre todo su amor al Padre, que es también amor universal a todos los humanos y a la naturaleza; por eso, fue un verdadero contemplativo en la acción, capaz de ver a Dios en todos y en todo, en los lirios del campo, en el brote de la higuera, en las manos de la lluvia, en la pobreza generosa de la viuda, en la sonrisa de los niños, en los rostros roídos de los leprosos.

Si Dios es amor, solo se puede llegar a Él por el corazón, el amor busca la fidelidad, la permanencia del amor, la oración es el alimento del amor, es un encuentro de amistad con Dios.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.