Oración de la noche. Domingo 31 de enero.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre santo, nuevamente caigo ante ti. Te busco en el silencio y la paz profunda. Me acerco a ti para afinar mis sentidos y oírte, alinearme contigo y no andar por la libre, como huérfano. Quiero dejarme querer por ti. En esta noche de domingo quiero resonar contigo…por eso me relajo y me silencio…
Paso a agradecerte por esta posibilidad, por estar siempre a la mano. Eres mi Padre que siempre está ahí, aunque a veces no te vea ni te sienta. Bendice mis recuerdos duros, sana mis heridas, sálvame con la fuerza de tu gracia.
Quiero encomendarte en silencio mi semana que apenas comienza. Sé tú mi luz y salvación. Te pido por los que quiero y los que debería querer más. Te encomiendo la salud de mis hermanos por ese virus que nos acecha.
Dame tu amor y tu gracia. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.