Oración de la noche. Lunes 15 febrero de 2021.
Por Hna. Elena Azofra.
Respiro profundo dos veces mientras levanto los hombros hasta las orejas.
Tomo conciencia de mis sentimientos profundos nombrándolos: alegre, comprometido, esperanzada, desorientada, hambrienta de justicia, animada en la fe… (Sin calificarlos)
Leo las palabras de Jesús del evangelio de Marcos: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Reflexiono sobre los niveles de implicación en el gesto misericordioso de Jesús:
1. Sentir compasión de la gente cansada y con hambre
2. Reconocer las consecuencias humanas de la opción de seguirle con fidelidad.
3. Responsabilizarse de los que le siguen y creen en sus palabras y gestos.
Gozo de saberme discípula de Jesús, de su cuidado sobre mí y del alimento del alma que me ofrece.
Cierro los ojos y me quedo en silencio «comiendo» estas Palabras.
Cuidar es amar así que, con toda humildad, me miraré con compasión y me dejaré mirar con compasión por mis amigos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.