Un grupo de cocaleros de Los Yungas de La Paz y la Policía se enfrentaron de nuevo ayer lunes 18 de septiembre, por el control del mercado de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca).
El conflicto dejó varios heridos y un apartamento en llamas en medio de peticiones de los vecinos para que cesen los disturbios.
El conflicto entre los cocaleros, que desde el miércoles pasado están apostados en la zona de Villa Fátima en la ciudad de La Paz, y la policía se prolongó hasta la noche de este lunes.
Entre gases lacrimógenos, petardos y piedras, los bomberos lograron contener las llamas en el edificio en medio de un «campo de batalla».
Los comerciantes cerraron sus locales por temor a daños o saqueos y los habitantes exigieron a la Policía que cesen los enfrentamientos, pues ya no se sienten seguros en sus casas a causa de las constantes detonaciones.
Asimismo, algunos cocaleros y vecinos de la zona de Villa Fátima denunciaron en reiteradas ocasiones que hay «infiltrados» en las protestas, a quienes acusan de lanzar cartuchos de dinamita y de ser los autores del incendio de los coches de la policía y de un edifico residencial.
Mónica Gonzáles, una de las integrantes de uno de los grupos de cocaleros, insistió portando una bandera wiphala en que «no quieren hacerle daño» a nadie, que «no quieren enfrentamientos» y pide que los dejen «entrar al mercado» de Adepoca.
La semana pasada incendiaron cinco vehículos policiales y la infraestructura de una sede policial sufrió varios daños.
También hubo 30 detenidos y varias personas resultaron heridas, entre ellas dos periodistas.
Detonante del conflicto
El lunes de la semana pasada Arnold Alanes se proclamó principal dirigente de Adepcoca pese a que no contaba con el respaldo de los sectores liderados por Fernando Calle y Armin Lluta, quien ha sido crítico con el Gobierno de Luis Arce.
Alanes, del Movimiento al Socialismo (MAS), sostiene que fue elegido por aclamación en un congreso que es cuestionado por los demás grupos que ven esta acción como un intento del Gobierno de «apoderarse» de un sector que es privado.
La cuestionada elección se dio también en medio de enfrentamientos, tras lo cual los grupos liderados por Lluta y Calle instalaron vigilias que han derivado en disturbios en las calles cercanas a la sede de Adepcoca, que permanece fuertemente custodiada por la Policía.
Al margen de los disturbios, Arnold Alanes dijo este lunes en un conferencia en la sede de Apdecoca que se acordó con varios de los asociados la entrega de espacios para que todos puedan comercializar la hoja de coca.
«Esto es para todas y todos los cocaleros sin distinción política, trabajemos en el marco de la unidad y en el desarrollo de nuestra familia cocalera» se hará entrega «de los galpones» para que puedan comercializar la hoja de coca, dijo Alanes.
El nuevo líder de Adepcoca insistió que con la entrega de los galpones «ya no hay discurso para enfrentar a la familia cocalera» y que aún hay «algunos grupos que están confundidos».
Fuente: efe, el comentario