Un total de 1.595 bailarines de Venezuela obtuvieron el récord Guinness al completar la rueda de salsa casino más grande del mundo durante una presentación que tuvo lugar en Caracas, el domingo pasado, informó este 2 de diciembre el jurado de la máxima autoridad de logros.
Los bailarines venezolanos superaron a España, que había conseguido este mismo récord en 2019 con 1.291 participantes.
El líder de esta hazaña y presidente del Proyecto Internacional Retomando el Son, Luis Llamo, afirmó en un video, publicado en YouTube, que este récord es producto del «esfuerzo y sacrificios» de delegados, directores de academias y miembros de su organización.
«Después de tanto esfuerzo, sacrificios, de estudiar, de unificar criterios en función de las figuras, de los cantos, de ver todos los tutoriales, recibir conferencias, de trabajar de forma continua entre todos los delegados, entre todos los directores de academias (…) rompimos el récord Guinness», señaló.
El domingo, Llamo sostuvo que los participantes de unas 102 academias del país, de entre 7 y 65 años de edad, se prepararon durante más de seis meses, para un baile de unos 11 minutos.
Indicó que en julio del próximo año intentarán nuevamente romper este récord para demostrar «al mundo el potencial real que tiene Venezuela».
«Venezuela (…) es el país que mejor preparado está, el país que más disciplina (tiene), donde los directores, los delegados, coordinadores lo han dado todo, de una forma estricta, con la finalidad de poder lograr esto», señaló.
Adicionalmente, el equipo de Radio Fe y Alegría Noticias conversó con Oneida Carvajal, una de las participantes en este récord Guinness, quien es bailadora de casino desde hace cuatro años en la academia Casineros de Guayana, dirigida por el profesor Eduardo Farrait.
“Hace seis meses recibimos una invitación desde Caracas desde Retomando el Son para participar en la rueda para romper el récord Guinness. Decidimos participar porque nos tomaron en cuenta como academia ya que el profesor tiene un récord como director de la academia”, dijo Carvajal.
En ese sentido, comentó que iniciaron con los ensayos “bien fuertes porque tenían que cubrir totalmente la rueda tal cual como ellos lo decían, con todas sus reglas. Es una coreografía que se tenía que ser perfecta con pasos exactos y comenzamos a darle duro” agregó.
Viajaron con recursos propios
No obstante, el viaje hacia la capital lo tuvieron que hacer con recursos propios, porque no lograron ser financiados por ningún ente público ni privado. “Hicimos unos potazos para ayudar a algunos que tenían menos recursos porque en este grupo hay muchos estudiantes y amas de casa que no reciben ningún tipo de ingreso y por eso decidimos apoyarlos. Gracias a Dios logramos viajar. La experiencia fue maravillosa”, puntualizó.