El gobierno de Nicolás Maduro respondió a Estados Unidos ante la exclusión de Venezuela en la Cumbre de Las Américas.
La decisión de no invitar a Venezuela fue conocida el pasado tres de mayo cuando la Casa Blanca aseguró que «algunos gobiernos no democráticos no serían invitados».
Durante una breve rueda de prensa, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, dijo que Maduro, Daniel Ortega de Nicaragua y Miguel Díaz-Canel de Cuba, serían descartados.
El funcionario aseveró que «solo los gobiernos democráticos» formarán parte de la Cumbre de las Américas en junio.
De acuerdo con Nichols, los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua violan la Carta Interamericana «y no tienen espacio en la cita de países democráticos».
Ante esta maniobra del gobierno de Estados Unidos, Venezuela respondió con una denuncia pública a través de Félix Plasencia, canciller de Venezuela.
«Lo que estamos denunciando acá, o insistiendo en denunciar, es que debemos evitar que se excluya a algún país de la participación en una cumbre que es de todas las Américas», afirmó el jefe de la diplomacia venezolana.
Félix Plasencia estuvo en una rueda de prensa en La Paz con su homólogo boliviano, Rogelio Mayta, quien afirmó que una Cumbre «con alguna exclusión» va a afectar el multilateralismo en el continente.
La misma postura es asumida por Cuba y Nicaragua que también denunciaron su exclusión ante la opinión pública.