Una familia warao del Bajo Delta que recién arribó en canoa y a remo hasta Tucupita, tuvo que vender su “curiarita” el pasado miércoles 24 de febrero, porque no tuvieron dinero para comprar comida.
La pequeña embarcación fue la solución. Su medio de transporte los ayudó a salir de un aislamiento, donde no cuentan con medicinas ni servicios básicos.
Un pescador de la localidad de Volcán adquirió la canoa. La embarcación fue vendida en 60 dólares.
“La tuvimos que vender barata porque no teníamos nada, ahora me toca prestar curiara para irme a los caños”, dijo Jorge, padre de la familia de 4 miembros.
Desde el año 2019 cientos de indígenas waraos viajan durante una semana en canoas y a remos hasta Tucupita, en busca de medicinas y poder hacer diligencias en la ciudad.
La crisis no ha permitido que las personas que en alguna oportunidad tuvieron motores fuera de borda, reparen los que están averiados. Otros tuvieron que venderlos.
No obstante, quienes tienen motores operativos no pueden usarlos porque no cuentan con combustible. El carburante apenas arriba, y a medias, hasta Tucupita.
El resto de los tres municipios de Delta Amacuro debe esperar algún operativo especial que no se materializa desde noviembre de 2020, cuando atendieron solo a algunas comunidades.