Vinotinto Sub-17 acabó con la fiesta de los ecuatorianos

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La Vinotinto Sub-17 acabó con la fiesta de los ecuatorianos en Quito luego de empatar el partido a uno en el Suramericano. El marcador definitivo dejó a Ecuador a las puertas de un título de la categoría y con el grito de campeón atascado en la garganta convirtiéndose en subcampeones.

A Ecuador le bastaba una victoria para ser campeón del certamen juvenil que se desarrolló en su propia casa. Sin embargo, no fue capaz de infringirle una derrota a los venezolanos.

Luego de un juego muy parejo durante los primeros 45 minutos, los ecuatorianos pisaron fuerte en el inicio del segundo tiempo. Ganaron en velocidad haciendo una diagonal que terminó con un remate al arco. El portero venezolano cortó la dirección de la pelota, pero dejó un rebote que aprovechó el ecuatoriano Kendry Páez para mandarla al fondo de la red.

En el minuto 75, José Correa empalmó de chilena una pelota que fue a parar a espaldas de la defensa ecuatoriana y Junior Colina tiró la redonda por encima del guardameta.

El balón entró al arco y en el Atahualpa de Quito respiró un enorme frío que silenció el estadio. Se le escapaba la victoria y con ella, el título.

A partir del empate, los ecuatorianos sumaron esfuerzos hasta más no poder, pero la zaga defensiva de la Vinotinto Sub-17 no concedió segunda anotación.

Al final, el 1-1 le sirvió a Brasil para celebrar un nuevo título. Antes de este partido, los brasileños habían hecho su trabajo al derrotar 4-3 a Argentina y debían esperar por el resultado de ese encuentro.

Aún antes de este partido, la Vinotinto sub-17 ya había logrado la clasificación por segunda vez a un mundial de fútbol de esta categoría.

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