En el artículo anterior intitulado como “Evocación” se presentaba una resumida explicación de la problemática en el ámbito universitario y la economía de Venezuela.
A continuación, algunas otras consideraciones complementarias al respecto:
De parte de los millones de venezolanos que nos identificamos con el genuino partido pero del trabajo y/o el estudio, y que poseemos el carnet pero de trabajador y/o estudiante… si en fecha reciente decíamos que el salario era insuficiente e indigno y nos encontrábamos con el dilema que “si teníamos para comer no teníamos para la salud o pagar el pasaje”, en la actualidad con los estragos generados por este “conflicto” los que dependemos de una renta fija (porque nuestro trabajo es a dedicación exclusiva) “no tenemos ni para comer, ni para salud, ni para nada”.
Esta situación trágica la padecemos una mayoría importante de venezolanos, pero en particular una institución que es fundamental para el desarrollo de cualquier país, que lamentable y tristemente está en franca agonía…
Esta institución a la que me refiero es la Universidad en su conjunto. Importante recordar que ella tiene como misión esencial formar a los profesionales y generar los productos innovadores-tecnológicos que requiere el Estado venezolano.
Pero contradictoriamente la universidad ha sido abandonada a su suerte, se le han negado los recursos requeridos para potenciarse y contribuir a la reactivación del país. Con el agravante que toda su comunidad (estudiantes, obreros, administrativos y docentes) ha sido duramente golpeada, constantemente maltratada y hasta despreciada.
Hoy en día sus trabajadores están pasando por un terrible estado de pobreza y miseria que les impide vivir dignamente y cumplir con la misión establecida en la Carta Magna y la Ley de Universidades (y que por el contrario les obliga a emigrar o dedicarse a otro oficio en perjuicio de la misma Universidad y Venezuela).
Literalmente hablando no tenemos para cubrir las necesidades mínimas diarias de alimentación, para atender la salud y menos aún para mantener el nivel académico que se requiere para seguir formando a nuestros nobles estudiantes.
Sin embargo, para lograr cambios en la lucha gremial (por ejemplo) hay que unificar el pensamiento, verbo y la acción en la ruta de realizar actividades coherentes, coordinadas, continuas y atípicas. Siempre se ha insistido al respecto pero la opción escogida sigue fundamentándose en hacer siempre lo mismo.
Infinidad de personas fuera de las fronteras venezolanas no acaban de comprender lo que ocurre en Venezuela. Es una gran debilidad el conformarse con la elaboración de documentos extensos que se publican por todos los medios pero que olvidan precisar la raíz del problema y explicar cómo hace la población para seguir viviendo con menos de 20 dólares de salario. Señal indiscutible que es obligatorio un cambio de estrategia o de viraje en la forma de hacer los valer y respetar los derechos constitucionales.
Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018-2019.
Pedro Morales. Docente Universitario. [email protected] | @tipsaldia