Las violentas protestas en Kazajistán en la última semana arrebataron la vida de 164 personas y dejaron al menos 2.000 heridos, según informó el Ministerio de Salud kazajo este domingo 9 de enero.
Las autoridades del mayor país de Asia Central arrestaron a 5.800 personas vinculadas a los disturbios que comenzaron el pasado domingo por el aumento del precio del gas.
El mismo presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, dio la orden de disparar a matar sin advertencia previa a los «terroristas» que fomentaran los disturbios. La policía acató instrucciones y disparaban con balas reales a los manifestantes, según detallaron los medios locales de dicho país.
De acuerdo con Infobae, las autoridades no informaron si las muertes corresponden solo a civiles o si se incluyen las muertes de las fuerzas del orden.
Días atrás reseñaron en un comunicado que 16 guardias nacionales habían muerto, para en ese momento las manifestaciones apenas iniciaban.
Sin embargo, la información fue borrada y el Ministerio de Salud indicó a los medios kazajos y rusos que la información fue publicada por error.
Lo que si detalló este domingo el Gobierno de Kazajistán fue que se evaluaron cerca de 200 millones de dólares por daños materiales. Además, reportaron que los manifestantes saquearon más de 100 comercios y bancos y destruyeron más de 400 vehículos, de acuerdo a la información aportada por el Ministerio del Interior.
«Actualmente, la situación está estabilizada en todas las regiones del país», declaró el Ministro del Interior, Erlan Turgumbáyev. También indicó que la operación antiterrorista continuaba a fin de restablecer el orden el país.
Por otra parte, informaron que se espera que el aeropuerto de la capital Almaty, que estaba tomado por los manifestantes, reanude sus operaciones el lunes 10 de enero.
ONU pidió respeto a los DDHH
El viernes 8 de enero, las Naciones Unidas (ONU) instó al Gobierno de Kazajistán a respetar los derechos humanos y evitar la violencia, después de que el presidente del país dieran ordenes de disparar.
«En cualquier situación, es claramente necesario respetar los derechos humanos y los estándares internacionales cuando se restablece el orden público», expresó el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric.
Dujarric recordó en nombre de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que el uso de fuerza letal solo puede emplearse como último recurso o en casos en los que hay un peligro de muerte.
