Inmediatamente después de que voceros del ejecutivo nacional anunciaran este jueves 24 de junio que había llegado al país un lote, sin especificar el número de dosis, de la vacuna cubana Abdala contra el Coronavirus, la Academia Nacional de la Medicina expuso en un comunicado que la misma aún se encuentra en fase de experimentación y por lo tanto apenas es candidata vacunal.
Según los catedráticos los ensayos aplicados en Cuba con estos fármacos «todavía no han resultado en el desarrollo de ninguna vacuna de comprobada eficacia», a la par que agregan que «la credibilidad de cualquier vacuna, y su aceptabilidad por la comunidad, se basa en gran parte en la publicación de los resultados en revistas científicas de reconocido prestigio reconocido».
Junto a estos requerimientos la Academia también expone que toda prueba de las candidatas a vacunas deben contar también con «la autorización por un organismo regulatorio independiente y creíble, tales como la FDA de los Estados Unidos o la Agencia Europea de Medicamentos».
Sin embargo, en este aspecto dudan que desde el gobierno de la Isla se le consulte a cualquiera de estos organismos sobre la calidad de los productos sometidos a ensayos por lo que proponen que tanto la OPS como la misma OMS emitan una opinión al respecto.
Finalmente los académicos expresan «su preocupación ante la introducción en la población venezolana de productos de dudosa credibilidad científica». Y se ponen a la orden su asesoría científica para la selección de vacunas de comprobada eficacia científica.
