Este lunes 24 y martes 25 de febrero no fueron de carnaval para los ancianos de la capital tachirense. Y es que de las 3 de la madrugada comenzaron a llegar al monumento del Faro de la Marina para anotarse en una lista.
Desde ese momento comenzó la penuria para conseguir una bomba de gas doméstico.
Recargar el recipiente es una odisea. Humberto Urbina, de 78 años, comentó que para poder arribar a ese sitio ubicado en la autopista San Cristóbal.La Fría tuvo que pagar dos taxis. Pero además, también le tocó que cancelar un extra por la carga. Es decir, para poder llevarse la bombona hasta su casa el taxista le exigió otro dinero adicional.
Desde hace varios meses se viene implementando esta modalidad en la capital del estado Táchira.
Autoridades regionales de PDV Gas Comunal la han adoptado como medida para regularizar la venta y distribución de los cilindros y evitar la comercialización clandestina.
Sin embargo, así como lo dice el señor Urbina, la solución no es tal. Son más los inconvenientes que se crean que las facilidades.
Conseguir una bombona de gas doméstico por las vías normales en esta región andina es un vía crucis, sobre todo para los ancianos, quienes deben madrugar y esperar largas horas para que le vendan un solo recipiente.
Un camino de la cruz que se ha hecho costumbre entre los venezolanos para poder cocinar y preparar los pocos alimentos que consigue. Y apenas este miércoles 26 de febrero comienza el tiempo de cuaresma. Es día de cenizas. Y la procesión del pueblo sigue.
Por Jorge Labrador Galviz/radio Fe y Alegría Noticias