Aniversario de Fe y Alegría en clave de futuro

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Foto: archivo

Fe y Alegría llega a 68 años al servicio en las comunidades populares y en los sectores excluidos. El sueño de transformación social que nació en Venezuela, en Caracas, el 5 de marzo de 1955 sigue vigente y con grandes retos para el futuro.

La pandemia provocada por la COVID-19, las migraciones climáticas, la movilidad humana, forzada por las guerras, los gobiernos autoritarios y los fundamentalismos religiosos ponen en riesgo el goce del Derecho Humano a la educación de calidad. Fe y Alegría es un actor relevante para superar los obstáculos.

El Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, Sj, durante el último Congreso Internacional de Fe y Alegría recordó los orígenes populares del Movimiento y la osadía del Padre Vélaz, SJ, de Patricia y Abraham Reyes para encender la chispa que hoy genera un incendio de corresponsabilidad y servicio en los sectores populares de América, África, Asia y Europa.

Arturo Sosa insistió en el reto que Fe y Alegría tiene para trabajar en la reducción de las desigualdades, provocadas, entre otros factores, por la pandemia y por estructuras económicas, políticas y sociales que generan opresión.

En clave de futuro y aprovechando la experiencia de 68 años de aprendizajes desde la educación popular, ¿cuál son los retos del Movimiento?, ¿dónde se debe incidir para promover y garantizar el Derecho a la educación de todas y todos?

Fe y Alegría sigue construyendo espacios para la transformación de las sociedades, con más de un millón de participantes y cuarenta mil colaboradores y voluntarios.