El educador, filósofo e investigador, Antonio Pérez Esclarín, aseguró que en tiempos de incertidumbre es “fundamental sembrar la alegría”.
En el programa Alianza por la Educación que transmite Radio Fe y Alegría Noticias, Pérez Esclarín argumentó que en estos tiempos es imperativo educar con alegría, que los muchachos no se aburran en las escuelas y que sientan la necesidad del aprendizaje constante.
“Hemos hecho de la educación algo muy fastidioso y perdimos la capacidad de asombro. Cada día debe ser una sorpresa y es fundamental sembrar la alegría, esa alegría que es fuente de esperanza, una alegría que no se rinde”, dijo.
Pérez Esclarín comentó que trabaja en la pedagogía de la alegría desde hace varios años, pero que hace algún tiempo le impresionó que el padre José María Vélaz le dijo que la alegría es un valor imprescindible en las escuelas, porque son lugares de acogida y convivencia, sitios donde los alumnos protagonicen sus hechos que “son actividades que legan su vida”.
Para el educador, si bien los docentes venezolanos enfrentan dificultades económicas, piensa que deben acudir a un “encuentro gozoso con sus alumnos porque los alumnos no tienen la culpa de la situación económica”.
“El docente debe ser capaz de desprenderse de su pesimismo y desesperanza para hacer el encuentro de lo más productivo para que los muchachos quieran ir a la escuela”, apuntó.
Pérez Esclarín reiteró que la escuela no debe ser un lugar de repetición, ni de fastidio, que las actividades sean productivas y no que los alumnos estén solo copiando de un pizarrón. “Debe haber producción, investigación. Por eso la pedagogía de la alegría es actividad del hacer y resolver problemas”, aseguró.
Venezuela: un círculo vicioso
El investigador indicó que en Venezuela estamos en un círculo vicioso, el cual se debe romper. “La crisis hace que nos estemos quedando sin educación y por eso debe haber una alianza por la educación y que en todas las ciudades sepan que la educación no es un mero derecho, sino que debemos tener más y mejor educación”, dijo.
Para Pérez Esclarín, “no hay país si no hay educación” e insistió que mientras se exige un trabajo digno, los maestros también deben garantizar la pedagogía de la alegría.
Las escuelas deben ser lindas
Para finalizar, Pérez Esclarín enfatizó que las escuelas deben ser lindas, sencillas, pero lindas. Una escuela en condiciones precarias hace difícil la educación porque no habría motivación para aprender. “El buen funcionamiento educa. La escuela debe ser un lugar de convivencia, de respeto y también es ayudar a Dios”.
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