Una venezolana, quien respondía al nombre de Auralix Cristina Bravo Gómez, perdió la vida en manos de su pareja Andrik José Benítez Carapaica, el sábado 16 de diciembre en el barrio Mirador de San Antonio, en Girón, Bucaramanga.
Según reseña de los medios colombianos, la hija de la víctima (menor de edad) tras levantarse este domingo, observó rastros de sangre desde la habitación de su mamá, tocó la puerta con insistencia y como nadie le abrió, salió a la calle a pedir auxilio a sus vecinos.
Ante esto, llegaron las autoridades policiales y procedieron a abrir la puerta. En el sitio encontraron a Bravo Gómez tendida en el suelo y sin signos vitales, mientras que Benítez iba a quitarse la vida con una cuerda que ató a su cuello. Al victimario lo detuvieron en el acto y lo llevaron a un centro médico.
De acuerdo a las autoridades, la venezolana tenía una herida abierta en la cabeza presuntamente por un golpe, además de indicios de asfixia mecánica por estrangulamiento con una prenda de vestir. Posteriormente la trasladaron a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Bucaramanga.
Segundo feminicidio en 15 días
El caso de Bravo Gómez se suma al de la también venezolana, Maika Torres, quien murió el sábado 2 de diciembre en Chapala, Jalisco, México, también por asfixia mecánica en manos de dos personas que actualmente están detenidas.
Torres era una cantante venezolana quien llegó a México hace dos años con el propósito de seguir con su carrera en el canto y consolidarse. El viernes 1 de diciembre se reportó su desaparición y finalmente la hallaron sin vida la tarde del sábado 2 en una finca en Chapala.
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