La Cámara de Diputados de Brasil debate si aprueba o no la propuesta de Jair Bolsonaro de instaurar el voto impreso para las elecciones presidenciales de 2022. Durante las últimas 24 horas aumentó la tensión entre el mandatario y el órgano de justicia.
Este martes, diversos medios de comunicación internacionales difundieron imágenes de una movilización militar frente al palacio del Tribunal Federal de Brasil por orden del presidente Jair Bolsonaro. Esta acción ha sido interpretada como una amenaza directa contra el tribunal.
El Jefe de Estado brasileño señaló al juez Luis Barroso, magistrado titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), por una presunta amenaza hacia algunos diputados con deudas con la justicia brasileña.
«Si no hay una negociación antes, un acuerdo, la propuesta será derrotada porque el juez Barroso ha asustado a algunos diputados. Hay congresistas que le deben alguna cosa a la Justicia, se lo deben al Supremo, entonces Barroso asustó», dijo.
Esta maniobra del juez Barroso dificultaría la aprobación de la propuesta de Bolsonaro.
#⃣ #AHORA | En Brasilia, el presidente Jair Bolsonaro exhibe vehículos militares, en frente del Palacio Supremo Tribunal Federal de Brasil.pic.twitter.com/uGqM9vOoX0
— Mundo en Conflicto 🌎 (@MundoEConflicto) August 10, 2021
El Congreso la aprobó
De acuerdo con el mandatario brasileño, en el año 2018 el Congreso de Brasil aprobó la propuesta, pero el Tribunal Supremo la desestimó al considerar que se ponía en riesgo el secreto del voto. Dos años después, se declaraba inconstitucional la impresión del voto electrónico.
«Fue casi por unanimidad. Lo aprobamos. Después el Supremo, siempre el Supremo, dijo que era inconstitucional. No tiene sentido lo que el Supremo hizo», protestó el presidente brasileño.
Según la prensa de Brasil, el parlamento está dividido. Solo ocho representantes de partidos políticos apoyan la propuesta de Bolsonaro y y 16 están en contra.
Hay que recordar que en el parlamento brasileño hacen vida representantes de 24 organizaciones políticas.
A juicio de Bolsonaro, el voto electrónico facilita el fraude electoral y podría favorecer a Luiz Inácio Lula da Silva, hipotético candidato a la presidencia.
