La alta tensión no para en la franja de Gaza, un territorio en disputa entre israelíes y palestinos. Nuevos bombardeos del ejército de Israel mataron, al menos, a 20 palestinos, entre ellos 9 niños, y más de 70 heridos según reportan fuentes internacionales.
Según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, este ataque aéreo fue en respuesta a los disparos palestinos efectuados este lunes 10 de mayo hacia la convulsionada Jerusalén. El gobernante dijo que los ataques palestinos cruzaron hoy una “línea roja”, mientras seguían sonando las alarmas antiaéreas en distintas partes de Israel.
Por su parte, las brigadas Ezdin al Qasam, el brazo armado de Hamás, lanzaron un ultimátum a Israel para que retirara a los agentes policiales de la Explanada de Damasco y del barrio jerosolimitano de Seij Yarrah, también con protestas diarias, y liberara a los detenidos en los disturbios de estos días.
El brazo armado de Hamás disparó siete proyectiles, seis de ellos dirigidos a Jerusalén, de los que cuales uno fue interceptado, otro cayó en una casa a las afueras de la ciudad y el resto en áreas despobladas. Las explosiones se escucharon en toda la ciudad.
Milicias palestinas se unieron al lanzamiento y durante toda la tarde se registraron más de 50 disparos, sobre todo contra las comunidades israelíes colindantes con la Franja.
Además, el grupo islamista Yihad Islámica Palestina se atribuyó el lanzamiento de un misil antitanque contra un vehículo israelí, que hirió levemente a un civil.
“Tenemos la capacidad, la autoridad y la intención de dar un fuerte golpe a Hamás”, aseguró un portavoz del Ejército israelí en respuesta a los disparos de hoy, y adelantó que prevé que “la escalada dure un tiempo prolongado”.
Se prevé que los fuertes enfrentamientos entre varios grupos pro palestinos y el ejército Israelí se van a prolongar durante varios días más si no interviene un enérgico llamado internacional para el cese al fuego que ya dejado decenas de víctimas mortales.
Con información de agencias internacionales