Brasil celebró 200 años de independencia en medio de una polarización política producida por las elecciones presidenciales, lo que aumentan las tensiones en un país polarizado hasta el extremo.
Este 7 de septiembre, el presidente Jair Bolsonaro reunió a decenas de miles de sus partidarios durante un desfile militar en la capital brasileña, Brasilia, y en la ciudad de Río de Janeiro, barriendo así las críticas de la oposición que lo acusa de utilizar esta fecha de importancia simbólica para sus objetivos electorales.
Y es que a menos de cuatro semanas de las elecciones más polarizadas de la historia reciente del país, el presidente brasileño quiso hacer de esta conmemoración una muestra de fuerza.
En Brasilia, tras el desfile militar, Bolsonaro pronunció un discurso incendiario ante una multitud de seguidores vestidos de verde y amarillo, los colores de la bandera nacional y de su partido.
“Nunca he visto un mar tan grande con sus colores verde y amarillo», dijo Bolsonaro, antes de lanzarse en un ardiente discurso recordando los valores ultraconservadores de su gobierno, que «no tiene intención de legalizar el aborto» ni las drogas ni «promover la ideología de género», sino que respeta la Constitución.
«Nuestra lucha es una lucha entre el bien y el mal», dijo el ex capitán del ejército a sus simpatizantes, entre gritos de «Lula, ladrón» y pancartas llamando a una intervención militar contra el Tribunal Supremo.
«Quieren volver a la escena del crimen», añadió el mandatario contra sus adversarios del Partido de los Trabajadores (PT) liderado por el expresidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, que gobernó Brasil durante 14 años. «No volverán», aseguró Bolsonaro.
En los últimos meses, además de arremeter contra sus adversarios políticos, Bolsonaro ha atacado repetidamente a los jueces del Tribunal Supremo y ha afirmado, sin aportar pruebas, que el sistema de voto electrónico vigente en el país permitirá un fraude generalizado.
Los sondeos
La mayoría de los sondeos dan la victoria al expresidente y líder de izquierdas Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva. Pero en su discurso de este miércoles, Bolsonaro denunció que los sondeos de opinión del principal instituto, Datafolha -cuya última encuesta lo sitúa muy por detrás de Lula, con un 45% frente al 32% en la primera vuelta- son «falsos».
Lula, que instó a los brasileños a apoyarle en las urnas para «construir un camino alternativo a la incompetencia y el autoritarismo que nos gobierna», tiene programados mítines el jueves y una reunión con el sector evangélico, un bloque electoral clave, el viernes.
Sus abogados anunciaron que denunciarán formalmente el caso ante el Tribunal Supremo Electoral, argumentando que el presidente Bolsonaro utilizó el 7 de septiembre «como candidato» para «una mega reunión electoral».