Carlos Calatrava: “Es necesario salir del retardo educativo”

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Cortesía El Ucabista

El informe del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL), que lleva adelante la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), reveló que la educación venezolana sigue siendo vulnerable, lo que demuestra un retardo educativo.

Los estudiantes venezolanos siguen reportando fallas en áreas claves como matemáticas y habilidad verbal o comprensión lectora.

Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, dijo durante una entrevista a El Ucabista, que debe ocurrir el «milagro educativo» en este 2023.

Al ser consultado sobre si la educación debía ser uno de los puntos o temas a tratar durante la negociación entre Gobierno y oposición en México, el educador dijo que no, por dos razones: la primera es que “el proceso mediado por Noruega es llevarnos como comunidad política a un proceso electoral general en condiciones básicas de competitividad”.

Y, la segunda, es que “abordar en ese escenario el tema de la crisis crónica de nuestro sistema es hacer demagogia».

«Es caer en el eterno error de generar titulares de impacto para los medios y redes sociales, pero con poco o ningún efecto en la práctica real. La educación venezolana no soporta más demagogia”, expresó.

“Es necesario la recuperación del sistema educativo”

El profesor consideró necesario comenzar con un “plan de recuperación de todo el sistema educativo”, no solo en la parte física, sino también salir del “retardo educativo”.

“Cuando nos referimos a un plan para la recuperación no sólo de las escuelas, sino del sistema educativo venezolano completo, se requiere un abordaje lo más integral y los más preciso que se pueda”, apuntó.

Calatrava ve justo pasar de las 27.000 escuelas actuales a casi 45.000, de acuerdo a la población escolar proyectada para Venezuela.

Por otra parte, el retardo pedagógico y otros fenómenos que están ocurriendo asociados al aprendizaje de niños y jóvenes, son consecuencia, según él, no solo de la realidad cierta del estado de las escuelas, sino también del terrible momento que viven los educadores como profesionales y como gremio.

¿Qué seguirá haciendo la UCAB?

Para Calatrava, «se requiere pasar del diagnóstico a la proposición, a la generación de programas de intervención pedagógica factibles, sostenibles y de calidad».

«Programas que aborden carencias y debilidades muy identificadas, para permitir la construcción de puentes entre diversos sectores y actores vinculados con el sistema educativo y su realidad», añadió.

La UCAB, desde su Escuela de Educación, seguirá en lo que le corresponde: convertirse en faro durante una tormenta que sigue y arrecia, comentó Calatrava.

“Es nuestra responsabilidad seguir con el rol de espacio de construcción colectiva, del país y el sistema educativo posible, de lo que los venezolanos de bien realmente pueden hacer para sí mismos y los demás”, sentenció.

Con información de El Ucabista