Luis Cano, representante de la intersectorial de jubilados y pensionados compartió con Radio Fe y Alegría Noticias su opinión en torno a una primera flexibilización por parte del ejecutivo nacional para niños y adultos mayores.
Dice que la gran pregunta que se hacen los abuelos y las abuelas es ¿salir, para qué? Y la ironía surge porque, según Cano, los adultos mayores no tienen dinero. «Están viviendo una situación bien crítica».
Hasta los momentos, los pensionados y jubilados del país solo han venido recibiendo un pago irrisorio de 250 mil bolívares. Esto representaba, hasta inicios de esta semana, 1,75 dólares si se hace la conversión a la divisa norteamericana.
Para Cano, este ingreso apenas les alcanza para comprar unos panes a la semana, «mucho menos pueden estar pensando en recrearse».
Reseña que en medio de la pandemia de la COVID-19 en Venezuela, la situación de las personas de la tercera edad «se ha venido agravando».
Ha recibido llamadas de algunos de sus compañeros donde le cuentan «llorando que no tienen ni para comprarse un pan». Cuadro que refleja que ese es el día a día para estos ciudadanos, tratados casi como los descartados de esta sociedad.
Sin efectivo y sin tarjeta electrónica
Según el representante de este gremio, otra de las cruces que padecen estas personas llenas de experiencia y sabiduría es que «casi 2 millones de pensionados que tienen retenido su dinero en los bancos, no lo pueden usar».
La razón principal es que la mayoría no cuenta con tarjeta de débito para poder usarla en los puntos de venta. A ello se suma el cierre de las agencias bancarias en esta época, orden impartida por el gobierno nacional dentro del decreto de estado de alarma nacional.
A Luis Cano le preocupa que además ese dinero se desvaloriza «porque con lo que medio podías comprar hace dos semanas ahora no te alcanza para nada». Denunciaba que hace tres días un kilo de carne ya costaba un millón de bolívares en la Gran Caracas.
Ese problema de la falta de plástico ya tiene tiempo rodando. La intersectorial se reunió con el presidente de la SUDEBAN, hace meses, para exponérselo. Pero nunca fue solucionado. En esta crisis mucho menos.
Pensiones en dólares
Los adultos mayores son los primeros perjudicados con la hiperinflación. El gremialista señala que cuando los comerciantes ven a un «viejito» le ponen el precio que les da la gana porque a lo mejor no tendrán cómo defenderse.
Al gobierno le proponen que los ingresos de las pensiones sean dolarizados. Recientemente entregaron un documento donde le plantean que las pensiones y jubilaciones se paguen con divisas «porque ésta es una economía dolarizada».
Considera que si siguen dándoles este paupérrimo monto «nos están condenando a una muerte prematura».
De acuerdo a las estadísticas que manejan en Venezuela, los pensionados y jubilados son casi 5 millones de personas.
Aparte de esta deuda social, Cano denuncia que los abuelos han quedado embarcados con el famoso medio petro de navidad, el bono de carnaval, el bono contra la guerra económica y la bonificación de Semana Santa. «Ninguno de esos nos los han pagado».
Por José Blanco | Radio Fe y Alegría Noticias
