Cuatro personas muertas y más de 10.500 personas desplazadas dejó el paso del ciclón Gabrielle en la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Autoridades prosiguen con el rescate y ayuda a la población afectada por el desastre natural.
El ministro de Gestión de Emergencias, Kieran McAnulty, informó que dos de las personas murieron en la bahía Hawke, en la costa este de la Isla Norte.
McAnulty también confirmó el hallazgo de un cuerpo aún no identificado, aunque se cree pertenecer a un bombero voluntario que se quedó atrapado el lunes en una vivienda de Auckland tras un corrimiento de tierra.
Mientras tanto, la Policía de Nueva Zelanda informó en un comunicado que el cuerpo de un menor, cuya edad se desconoce, fue hallado este miércoles en la bahía Hawke.
El primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, lamentó la devastación dejada por Gabrielle y dijo que «va más allá de los bienes y los medios de subsistencia».
Hipkins también indicó que la policía está preocupada por un número indeterminado de personas que han desaparecido en las áreas de la bahía Hawke y Tairawhiti, al este de la Isla Norte.
Hasta este miércoles, los servicios de emergencia, con el auxilio de unos 250 soldados neozelandeses, han rescatado a centenares de personas.
Una estela de destrucción en Nueva Zelanda
En su paso, Gabrielle ha dejado una estela de destrucción a las infraestructuras de la Isla Norte, la más poblada del país.
El Gobierno declaró emergencia nacional en las regiones y distritos de Auckland, Northland, Tairawhiti, Bay of Plenty Region, Opotiki, Whakatane, Waikato, Thames-Coromandel, Hauraki, Tararua, Napier y Hastings, y activó el nivel de respuesta máxima a una emergencia.
Gabrielle sigue su desplazamiento hacia el sur alejándose de la costa de Nueva Zelanda, aunque el país aún no está «fuera de peligro», recalcó McAnulty.
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