Cierre de la frontera «es una necedad politiquera de dos gobiernos intransigentes»

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Foto: Referencial

El expresidente de los gremios del Departamento Norte de Santander y representante empresario del sector agropecuario en Colombia, Ciro Ramírez Dávila, aseguró que el cierre de la frontera «es una necedad politiquera de dos gobiernos intransigentes con las comunidades de esta zona binacional».

El comerciante colombiano dijo que el cierre de la frontera entre Táchira y esa región colombiana «es una sin razón que haya existido ese cierre de puentes», cuya reapertura fue anunciada por el gobierno venezolano.

«Nosotros tenemos con la frontera una tradición de toda la vida, una tradición cultural, social, económica, política. Por todos lados nos hemos necesitado, convivido. Tenemos casi las mismas costumbres, la comida, el folklore. Tenemos muchas cosas para que la politiquería y la incomprensión de dos gobiernos nos hayan tenido separados a las fuerzas, a las malas», expresó en una entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.

Trochas, el camino de lo ilícito

Ramírez Dávila explicó que aunque la frontera legalmente estaba cerrada, la comunidad «se lanzó a abrir unos caminos verdes», las llamadas trochas por donde entran y salen los ciudadanos.

Señaló que las trochas ha propiciado hechos ilícitos entre los países. «Eso ha traído algo negativo que es la delincuencia, contrabando, narcotráfico, violencia armanda». Agregó que hasta en esos caminos ilegales se ve la trata de personas.

«La necesidad es más grande que las decisiones políticos», dijo sobre los caminos abiertos por donde se trasladan «empresarios» (como les llama) para poder movilizar mercancía de un país a otro y mantener la economía.

«Aquí vienen a Cúcuta distintos fabricantes para llevar a Venezuela volúmenes grandes de mercadería. Eso debería ser un comercio legalizado», acotó.

Decisiones que no favorecen a la comunidad

Sobre el gobierno venezolano y el de Colombia, Ramírez Dávila expresó que ambos han tomado decisiones negativas con desinterés en las comunidades que allí hacen vida.

«El uno empujando a la gente para sacarla del país y el otro tratando de acogerla para buscar el caos político en la frontera. Uno tose en Caracas, el otro estornuda en Bogotá y el virus queda en la frontera», aseveró.

Señor Ciro Ramírez Dávila/Foto: Radio Fe y Alegría Noticias