El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, va tras la búsqueda de la «paz total» en un país donde el ELN, las ex FARC y el Clan del Golfo mantienen una embestida criminal.
El ambiente político favorece la iniciativa de Petro, que a partir del próximo domingo 7 de agosto será el primer presidente de izquierda de Colombia.
Entre los objetivos, la reanudación de los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con otros grupos armados, según EFE.
«El principal obstáculo es precisamente que existen múltiples actores armados con orígenes sociales, económicos y políticos igualmente diversos que va a hacer difícil que en cuatro años se logren procesos efectivos de negociación con todos ellos», dijo a EFE el director del Doctorado y la Maestría en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry.
El ELN, por ejemplo, tiene como delito transversal la rebelión, que se encuadra en fines políticos, pero el Clan del Golfo y otras bandas criminales basan su poder en delitos comunes como el narcotráfico.
Apoyo internacional
La propuesta de «paz total» ha calado dentro y fuera del país, y Chile ya se ofreció como sede de un eventual diálogo con el ELN, aunque Petro parece inclinarse por Cuba nuevamente.
España también ha manifestado su voluntad de ayudar al desarrollo de esos diálogos que comenzaron en 2016 en Quito, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, y en 2018 fueron trasladados a La Habana donde aún se encuentran los principales jefes guerrilleros.
Las conversaciones quedaron en punto muerto durante el actual Gobierno, que endureció las condiciones al ELN para negociar y se congelaron tras el ataque terrorista de esa guerrilla en enero de 2019, contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, que dejó 22 muertos y 68 heridos.
Para Charry, la apuesta de «paz total» de Petro «parece ambiciosa», principalmente por la idea de hacer diálogos individuales y regionales.
En ese sentido, recalca que el camino no será fácil y que «quizás se abran muchas mesas de diálogo» y sería un éxito si se logra un acuerdo y «exitosísimo si fueran dos».
En un comunicado
A través de un comunicado difundido el pasado 30 de julio «Las FARC-EP nos hemos planteado, por concepción y convicción, la solución política a la violencia desatada por el Estado, por tal motivo invitamos al nuevo gobierno para que en común acuerdo creemos un clima propicio para un acuerdo de cese al fuego bilateral», expresó el «Estado Mayor».
En dicho escrito consideran al presidente electo, Gustavo Petro, y a la vicepresidenta, Francia Márquez, quienes asumirán el próximo 7 de agosto, como «genuinos representantes de las aspiraciones de las clases populares», aseguran que están «listos» para emprender las conversaciones y designan al «camarada Iván Lozada» para liderar el proceso.