La coordinadora pedagógica zonal de Fe y Alegría, Judith Andrade, aseguró que desde la institución educativa se quiere que los estudiantes vuelvan a las escuelas «porque es el lugar más seguro para ellos», pero tiene que haber las condiciones primero frente al impacto de la pandemia.
En entrevista concedida al programa matutino De Primera Mano para toda la red nacional de Radio Fe y Alegría Noticias, Andrade afirmó que el retorno completo de los estudiantes y maestros a los colegios debe venir con orientación y apoyo del Estado venezolano, que a su juicio tiene la compleja tarea de recuperar la infraestructura de las escuelas y dotar de materiales educativos.
Impacto de la pandemia
La coordinadora abordó el tema la pandemia. Sobre esto dijo que generó un marcado impacto en el proceso de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes.
«Ninguno de nosotros estaba preparado para enseñar» desde el confinamiento. Los maestros y los estudiantes se encontraron en una situación donde el servicio de conexión era bastante débil y no contaban con equipos tecnológicos o un teléfono inteligente, destacó.
Ahora que han empezado a retomar la presencialidad y arrancarán por completo tras el anuncio del presidente Nicolás Maduro, tienen un desafiante reto para cumplir con los propósitos educativos.
De acuerdo con la coordinadora, en las escuelas de Fe y Alegría se encontraron a unos estudiantes con considerables deficiencias y poco conocimiento para el nivel que les toca cursas.
«Los resultados no fueron nada alentadores. Hay muchas deficiencias en lenguaje y comunicación, comprensión lectora, en matemáticas. Tenemos unos resultados por debajo de lo esperado», señaló.
Esto se debe a que los estudiantes no recibieron la capacitación necesaria por los distintos problemas que enfrentaron.
«Estudiantes que no estuvieron en preescolar ahora están en primer grado. Otros que de primero pasaron a tercero y de tercero pasaron a sexto. Los de primer año ya están en materia técnica. ¡Recuperar estos aprendizajes es un gran reto!», expresó.
También acotó que a las instituciones llegaron niños con problemas por abusos de sus allegados del entorno familiar.
«Los niveles de violencia se han evidenciado. lo estamos tratando de manera muy confidencial y con otras organizaciones que nos han brindado capacitación técnica», indicó Andrade.