Según la secretaria general del Sindicato Unitario del Magisterio del estado Zulia, Margarita Lapeira, las condiciones de los docentes han empeorado desde el inicio de la cuarentena social decretada por el Poder Ejecutivo Nacional a mediados de marzo.
“El salario es pírrico en comparación con el alza de la cesta básica que necesita el venezolano, y en este momento el docente venezolano. La condición del magisterio cada día va en decremento porque las cosas van subiendo (de precio)”, agregó Lapeira.
Ella aseguró que el Ministerio de Educación no respeta la contratación colectiva al no cumplir con los aumentos establecidos en el estatuto.
“Existe una cláusula que establece que en la medida de que la inflación ‘devore’ al salario, las partes -ministerio y gremios- deben sentarse y evaluar un porcentaje acorde a la desvalorización de la moneda. Eso no se está cumpliendo”, agregó Lapeira.
Para ella, que el gremio docente está “cansado” de pedirle al Ministro de Educación, Aristóbulo Isturiz, un salario acorde a las exigencias de la crisis que vive el país.
Lamentó la situación en la que están los diferentes beneficios laborales que, en algún momento, fueron de suma utilidad para cubrir las necesidades básicas o contratiempos del sector educativo de la nación.
“La seguridad social está en precarias condiciones. Por el fallecimiento de un familiar -nos pagan- cuatro mil bolívares que no dan ni para la fotocopia que cuesta 15 mil bolívares, y no nos aceptan en ninguna clínica porque el ministerio no paga el servicio médico”, denunció.
Sin tecnología, no hay clases
La situación laboral no solo se reduce a sueldos. La sindicalista destacó que la situación se agrava en poblados aislados o desatendidos por los entes gubernamentales, tal como ocurre en la parroquia Río Negro del municipio Machiques de Perijá del estado Zulia.
Allí, las carencias de servicios elementales como conexión a Internet, hacen difícil el cumplimiento de los designios del Ministerio de Educación para impartir clases a distancia usando métodos tecnológicos.
“Venezuela va a tener el Récord Guiness porque, sin Internet, los alumnos van a estudiar a distancia”, ironizó.
Otra de las carencias que viven día a día los miembros de las comunidades educativas son las constantes fallas del servicio eléctrico que, en esta parroquia donde reside mayoritariamente una población perteneciente a la etnia wayuu, la electricidad no se va, viene; lo que dificulta notablemente el proceso de aprendizaje.
“¡Esto es un parapeto!”
El Ministerio de Educación “obliga” al docente a que dicte más contenido en sus clases a distancia si se comparan con aquellas hechas de manera presencial, según denunció en una entrevista concedida a Radio Fe y Alegría Noticias, por lo que ha despertado la incomodidad de los padres y representantes, pues consideran que “se está abarrotando al estudiante con muchas tareas”.
“Muchos representantes salen a preguntar. Están desesperados buscando las respuestas a las actividades. La sugerencia es al docente a que entregue una guía con las respuestas a las actividades asignadas”, comentó.
A su juicio, el cambio de modalidad no permite al instructor medir el conocimiento que el alumno está obteniendo al realizar estas actividades, por lo que indicó que no es bien vista por un gran número de docentes el que se dé clases totalmente a distancia. “¡Esto es un parapeto!”, condenó enérgicamente.
En esto, aseguró estar de acuerdo con una reprogramación del periodo escolar y, de hacerse una buena oferta por parte de Istúriz, que se extienda el periodo académico hasta agosto.