Profesionales de la salud y personal de diferentes organizaciones de defensa de Derechos Humanos que atienden en los albergues, denuncian presuntos maltratos a indígenas venezolanos en Brasil, según el portal de noticias Reporter Brasil.
De acuerdo con el medio informativo, los militares a cargo de la seguridad son quienes someten a los indígenas a prácticas inhumanas. La información habría sido obtenida a través de una denuncia formal fechada el 4 de julio de 2021.
Por otra parte, un testimonio logrado bajo condición de anonimato de un jefe Warao en el refugio de Pintolandia, en el municipio de Pacaraima, al norte de Brasil pondría en evidencia esta situación de maltrato.
«Quienes llegan ebrios al albergue se ven obligados a permanecer en un espacio confinado, llamado ‘rincón de la vergüenza'», reseña el portal brasileño Reporter Brasil. También se presume otras causas para los castigos aplicados por las fuerzas militres.
Además circula un video donde se muestra a una persona acostada en el suelo. Esta sería un indígena de nacionalidad venezolana.
Este lugar donde estarían sometiendo a tratos denigrantes es conocido como el «rincón de la vergüenza», y según los indígenas, sería el lugar donde encierran a quienes lleguen borrachos.
«El rincón de la vergüenza es el nombre que se le ha dado a un espacio de encierro involuntario donde se encuentran detenidos indígenas venezolanos, sin orden judicial, en los cuatro albergues para indígenas de Boa Vista», refiere el portal web.
ACNUR en el foco de la denuncia
En la carta a la que hace referencia Reporter Brasil, también señalan al ACNUR por «colusión», un término que implica que existe un acuerdo de aplicar y permitir estas prácticas de forma conjunta.
El supuesto acuerdo del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas sería con el Ejército de Brasil, responsable de la Operación Acogida.
Desde el 31 de julio el general Sérgio Schwingel tomó las riendas de la operación en Roraima y Amazonas.
Prácticas inhumanas
De acuerdo con la información difundida por el portal web brasileño, los funcionarios incurren en prácticas de violencia y tortura en los siguiente casos observados y testimoniados:
- Personas privadas de libertad sin orden judicial durante más de 18 horas continuas.
- Indígenas que tenían atados los brazos a partes metálicas.
- Personas acostadas en el suelo, generalmente sobre granitos.
- Otros tratos crueles y degradantes.
La Constitución de Brasil prohíbe este tipo de prácticas (artículo 5 de la Constitución Federal de Brasil).
Asimismo, la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Resolución del Consejo Nacional de Derechos Humanos prohíben este tipo de prácticas.
