Desde hace 20 días, los habitantes de los barrios José Félix Ribas, Carmelo Urdaneta, Hato Escondido y Bicentenario del Libertador, ubicados en la parroquia Venancio Pulgar, al noroeste de Maracaibo, han venido denunciando el robo de sus animales, en su mayoría gallinas, gallos y patos.
Al menos 20 familias de esos barrios están afectadas por este hecho y aseguran a Radio Fe y Alegría Noticias, que el robo de animales sucede en horas de la noche y madrugada. Pues esas son las horas comunes de racionamiento eléctrico en estas comunidades. Se dan cuenta al día siguiente cuando encuentran las jaulas rotas.
Yoselyn Rojas es ama de casa y habitante del barrio Carmelo Urdaneta. Cuenta que sus tres gallinas desaparecieron hace 15 días justamente durante una «tanda» de racionamiento eléctrico.
Dijo, «las teníamos en su corralito. Y eso fue rápido, tuvo que ser porque se fue la luz desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana. Cuando fuimos a ver, ya no estaban».
Según reportes de las propias familias, han sido robados 45 animales de las casas. De esos 45, son 32 gallinas, 10 patos y 3 gallos.
Los vecinos creen que el robo de animales domésticos está sucediendo por la escasez de alimentos en estos barrios y que quienes los roban, lo hacen para comérselos.
Darío Méndez, habitante del barrio Bicentenario del Libertador, exclamó, «aquí no hay comida ya. Nos vamos a volver cavernícolas. ¿Para qué más se roban las gallinas? ¡Para comérselas!».
Al señor Darío, le robaron 2 patos que llevaba criando por al menos dos semanas. Él se dedica a reparar zapatos para subsistir.
Los ciudadanos hacen un llamado a los cuerpos de seguridad para que patrullen las comunidades.
Y al alcalde de la capital, Willy Casanova, le piden que envíe comida para que los ciudadanos no tengan que recurrir a cazar animales para poder subsistir en esta cuarentena.