Paúl Salas, jefe de prensa de la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (Corape), afirmó que el país experimentaba este miércoles un periodo de calma temporal pero preocupante, ya que podría haber una nueva escalada de violencia por parte de los grupos delictivos debido a la falta de acciones concretas del gobierno.

En este contexto, la capital y las ciudades costeras como Quito, Guayaquil y Cuenca, se mantienen militarizadas. Múltiples entidades estatales, incluyendo el Ministerio del Trabajo, los registros civiles y el servicio de impuestos sobre la renta, adoptaron la modalidad de teletrabajo, sin ofrecer atención al público.

Por otro lado, tanto las instituciones educativas públicas como las privadas suspendieron las clases presenciales en todos los niveles. Los bancos operan de forma limitada, y la mayoría de los comercios permanecen cerrados.

Sin embargo, Salas informó en el programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias sobre algunos incidentes puntuales de violencia, incluyendo la detonación de un artefacto explosivo en la capital y el hallazgo de varios vehículos abandonados que se sospecha fueron utilizados como coches bomba.

Falta de estrategias nuevas y contundentes

El vocero criticó las medidas tomadas por el presidente Daniel Noboa frente al recrudecimiento de la criminalidad, comparándolas con las estrategias implementadas por los dos últimos gobiernos, basadas en decretos ejecutivos que no han mostrado resultados óptimos.

“No existen las respuestas necesarias por parte de los gobiernos para responder a todos estos incidentes”, declaró Salas. “Es un gobierno muy joven, sin mucha experiencia”, agregó.

A su parecer, desde que el gobierno de Lenin Moreno eliminó varios ministerios y organismos encargados de la rehabilitación social de los reclusos, se evidenció un deterioro en los centros penitenciarios, marcado por la corrupción y amenazas a los encargados de la seguridad carcelaria.

El desencadenante de la escalada de violencia catalogada de “conflicto armado interno» fue la fuga de José Adolfo Macías Villamar, conocido como ‘Fito’, líder de la banda criminal Los Choneros, vinculada al narcotráfico, el sicariato, la extorsión y otros delitos de alto impacto, quien tenía casi 13 años en prisión y cumplía una condena de 34 años. 

Citando la información de la Policía Nacional del Ecuador, Salas reveló que se ejecutaron 70 arrestos, se reportó el secuestro de entre 8 y 10 agentes de policía (tres de ellos liberados), se recapturaron a 17 reclusos fugitivos, se neutralizaron 8 artefactos explosivos, se decomisaron 15 bombas molotov, 9 armas de fuego, 308 cartuchos de bala, así como seis motocicletas y seis automóviles. Aún se esperan datos oficiales sobre las víctimas mortales.

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