Editorial: Parir no es una tarea

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Nicolás Maduro
Foto: VTV

Parir no es una tarea. Gestar, muchas veces, en una decisión. No parir no me hace menos mujer, ni menos madre si tuve un hijo por cesárea, por ejemplo, o adopté a un niño, o decidí ser la madre que le faltó a mi sobrino.

En el discurso del presidente Nicolás Maduro, quien nos mandó a hacer «la tarea» de parir resaltan varios estereotipos y signos del machismo sobre el rol de la mujer.

Me atrevo a decir que incluso está discriminando a quienes tanto dice admirar, a su querida amiga Delcy Rodríguez y su esposa Cilia Flores.

Las mujeres son dueñas de su cuerpo y de sus decisiones. No tienen ningún deber porque ser madre o apostar por la maternidad es una decisión totalmente personal que se desprende de la libertad humana.

Asumir que tienen el deber de parir las encasilla en un estereotipo que se espera de ellas dentro de la sociedad venezolana, que sigue siendo machista.

El comentario de Nicolás Maduro es una expresión machista porque las mujeres pueden hacer más que solo reproducirse. Por supuesto, si a las mujeres la maternidad las conduce a la autorealización eso está bien, pero si alguna mujer no quiere se le debe respetar también como una decisión personal.

A Maduro, creo, su falta de conocimiento sobre el tema y sobre estas realidades, lo llevó a decir semejante barbaridad en el marco de un congreso de mujeres. Válgame Dios!

Tampoco es la primera vez que se refiere a la mujer en ese sentido, lo que evidencia que realmente en su pensar hay unos estereotipos muy marcados que normaliza y dice con tranquilidad a toda la nación.

En el pasado ya había invitado a las mujeres a «parir» como si se tratase de algo sencillo. Recordemos que en Venezuela los derechos de las mujeres en general son vulnerados.

Y dentro de este grupo están las mujeres embarazadas que no tienen acceso a una maternidad segura porque los hospitales públicos no tienen los insumos suficientes, ni las madres tienen los recursos para costear un servicio privado para su control y gestación.

Si la respuesta del presidente sería «acudan al Plan Parto Humanizado», yo diría, con base a mi experiencia familiar, que ese plan no ofrece un control continúo y seguridad a la vida de la madre y el niño.

Lo que quiero decir con esto es que mandar «a parir» y no hay garantías en el país para una maternidad segura y saludable no es digno de un gobernante que dícese ser feminista.