El suministro de agua no siempre había sido un problema para los habitantes del noroeste de Maracaibo: sea con una bomba casera o “por gravedad”, llega.
Hasta ahora. Porque con el nuevo bloque de racionamiento eléctrico anunciado por el gobernador del Zulia, Omar Prieto, todo se complicó.
En la espera
El 7 de agosto fue el último día en que los vecinos de los más de 30 barrios que conforman el sector El Marite, al noroeste de Maracaibo, lograron colectar agua para sus casas. Luego, empezó a irse la luz.
“Después se fue y no vino más. No todos tenemos tanques para guardar agua, nos preocupa que no llegue”, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias Emiro Leal, habitante del barrio El Modelo.
En esa zona, los rumores iban y venían; los más comunes eran “se dañó una válvula” y “están haciendo mantenimiento”.
Sin embargo, no hubo un pronunciamiento oficial por parte de Hidrolago o la Alcaldía de Maracaibo para responder esa interrogante.
Llegó el agua, pero no hay luz
Para el 20 de agosto, algunos vecinos desesperados llegaron a pernoctar esperando que bombearan el agua pero cuando lo hicieron, no había luz.
En comunidades como El Modelo, 12 de Marzo, Mi Esperanza, José Félix Ribas y Hato Escondido, los cortes de luz y las fluctuaciones eléctricas se volvieron más frecuentes.
Nedia Ortiz, vecina del barrio 12 de Marzo, contó a Radio Fe y Alegría Noticias “se va la luz hasta cuatro veces al día y cuando uno va a agarrar agua. Uno no sabe cuándo es que se va la luz; no podemos dormir ni nada”.
Cuando el gobernador Prieto anunció oficialmente los cuatro bloques de racionamiento eléctrico, que se distribuyen entre las 10 de la mañana y las 2 de la madrugada, menos pudieron conectar sus bombas de agua.
En promedio, pueden contarse entre cuatro cortes eléctricos de 15 minutos al día, más unos cinco bajones o fluctuaciones, además del bloque de racionamiento que allí va desde las 7 de la noche a las 2 de la mañana.
“Los cisternas hacen fiesta”
Justamente desde el 20 de agosto, los camiones cisterna con venta de agua se hicieron más notorios en las comunidades: cobran entre 100 mil y 150 mil bolívares, en dólares o comida por un botellón o recipiente de hasta 30 litros de agua.
Un costo que, según los ciudadanos, representa un robo en medio de la cuarentena por la COVID-19.
“¿De dónde vamos a sacar efectivo o dólares para pagar un camión cisterna? 20 o 30 litros no alcanzan para nada. Si no conseguimos para la comida, ¿cómo hacemos con el agua?”, se preguntó Jazmín Gutiérrez, vecina de Carmelo Urdaneta.
Sale sucia y se la roban
De las pocas veces que lograron colectar agua, los ciudadanos denunciaron ante Radio Fe y Alegría Noticias que sale “amarilla, sucia e insalubre”.
Igualmente, desde el 22 de agosto los habitantes de estos barrios comenzaron a reportar el robo de sus “reservas” de agua.
Pipas, botellones y tanques para almacenar el agua “desaparecían” de la noche a la mañana.
“Como no llega el agua, el tanque me quedó vacío y cuando me paré ya no estaba. Primero se robaron el agua y luego el tanque. Ahora, si algún día llega el agua normal, no tendré cómo guardar”, relató a Radio Fe y Alegría Noticias la señora Albertina Pérez, habitante del barrio Mi Esperanza.
El 26 de agosto comenzó a salir el agua, pero los vecinos debieron ingeniárselas para recolectar y almacenar en medio de los cortes eléctricos.
Además, deben correr cuando hay un bajón para evitar que sus bombas se quemen.
Cuarentena sin agua, sin luz y sin alimentos
Para estas comunidades, los días de la cuarentena pasan más lento.
Si bien han encontrado alternativas para “vacacionar” como el alquiler de WiFi y el regreso de la televisión por cable, las fallas de luz y la escasez de alimentos siguen siendo la preocupación principal de los ciudadanos.
Ahora le suman la irregularidad del bombeo de agua: la recolectan cuando pueden y cuando la luz los deja.
El señor Carlos Sebrián, habitante del barrio José Félix Rivas, comentó a Radio Fe y Alegría Noticias “yo quiero saber cómo vamos a combatir el tal Coronavirus ese si lo principal es lavarse las manos. No llega el agua y cuando llega, es sucia. Quiero que el gobernador me explique”.