Desde antes de la cuarentena, en el sector El Marite, en el noroeste de Maracaibo, se reportan las múltiples fallas en los servicios públicos.
Cortes de luz de hasta 6 horas por día, sin cobertura telefónica, el Internet es inestable, falta de unidades de transporte público y los alimentos escasean rápido.
Tras el decreto de cuarentena en marzo de este año, a los habitantes de estas comunidades se les hizo cuesta arriba mantener una rutina como trabajar desde sus casas o tener actividades de distracción.
Y luego de que culminara oficialmente el año escolar de los niños y jóvenes, se dieron cuenta de que debían buscar alternativas para los acostumbrados días de vacaciones en vista de que la cuarentena todavía no termina.
El alquiler de WiFi es “la salvación”
En barrios como El Modelo, José Félix Rivas, Hato Escondido, Bicentenario del Libertador y Carmelo Urdaneta ya es común ver un aviso en algunas casas indicando que se alquila el Internet por medio de WiFi.
Luego de que se robaran casi todos los cables de la empresa estatal Cantv en esta zona, sin reposición alguna, el Internet quedó como un servicio que pocos poseen y aprovechan como otra entrada de ingresos en efectivo o intercambio de alimentos.
Muchos optan por pagar entre 10 mil y 30 mil bolívares por una hora de Internet para diversas razones: desde el entretenimiento por redes sociales hasta las comunicaciones con familiares que están fuera del país.
Nélida Marín, habitante de Carmelo Urdaneta, contó a Radio Fe y Alegría Noticias “yo alquilo el Internet para hablar con mi hija en Colombia. Ella se fue a trabajar y se tuvo que quedar por la cuarentena. Quedé con mis nietos, pero no siempre puedo comunicarme con ella porque los datos (móviles) no funcionan”.
Las operadoras telefónicas Movilnet, Movistar y Digitel quedan sin cobertura gran parte del día, sobre todo cuando hay bajones o cortes eléctricos.
Por su parte, algunos ciudadanos llegan al alquiler de WiFi solo para revisar la plataforma Patria y verificar si le ha llegado algún bono.
“Esos bonos le salvan la patria a uno aunque sea para comprar una harina o café. Lo que me dan de pensión no alcanza para ninguno de los dos, por eso siempre vengo a revisar”, dice Oduardo Montiel, vecino del barrio Bicentenario del Libertador.
Volvieron los “quemaditos”
Cuando la cableoperadora DirecTV cesó operaciones en Venezuela el pasado mes de mayo, en estos barrios reaparecieron los recordados DVDs piratas o “quemaditos”: combos de películas de terror con comedia, videos musicales, conciertos.
Algunos ciudadanos les quitaron las telarañas a sus antiguos reproductores de DVD y empezaron a buscar entre cajas llenas de “quemaditos”. Otros, “con más velocidad”, aprovecharon incluso de alquilarlos como si de un club de películas se tratara.
“Uff, yo sí me gané un efectivito alquilando quemaditos. Cobraba 20 mil por cada disco y si estaba rayado cobraba 10 mil. Cuando se fue DirecTV, la gente andaba loca buscando qué ver porque los televisores quedaron de adorno y empezaron a aparecer los DVD”, contó Omar Pérez, habitante de El Modelo.
Hasta ahora, quienes no cuentan con televisión por cable, siguen alquilando los discos.
El regreso de DirecTV también ayuda
El sábado 15 de agosto fue un día de celebración para estos barrios: volvieron a encender sus televisores y decodificadores de DirecTV luego de que esta anunciara el retorno de su transmisión al país a cargo de la empresa Scale Capital.
La señal abierta de televisión para sintonizar canales venezolanos no existe, así que en medio de la cuarentena quedaron desconectados y sin entretenimiento durante tres meses.
Aleida Pérez, vecina del barrio José Félix Rivas I, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias “es lo mejor que pudieron hacer, la televisión hace falta. No aguantábamos más encierro así, sin Internet, sin señal de nada. Estábamos como aislados de los demás, ahora por lo menos uno ve algo, está al día, se entretiene en estos días que deberían ser vacaciones”.
En estas comunidades, unos 8 de cada 10 hogares tiene su antena y servicio de DirecTV.
Todas estas “alternativas de esparcimiento” ideadas por los ciudadanos en medio del tan escuchado “Quédate En Casa”, se ven empañadas muchas veces con los frecuentes cortes eléctricos, así que aprovechan cada minuto que tienen con electricidad: desde hablar por teléfono hasta algo tan básico como ver televisión.