El foro “Iglesia, Universidad y Sociedad Civil” se desarrolló este miércoles en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Ciudad Bolívar, en el estado Bolívar.
La actividad contó con la ponencia de tres figuras eminentes de la iglesia católica: Monseñor Ulises Gutiérrez Reyes, arzobispo de Ciudad Bolívar; el sacerdote jesuita José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas; y Celestino Aponte, miembro de la organización Unidad y Cambio.
Monseñor Gutiérrez Reyes basó su ponencia en la visión y rol de la iglesia ante la realidad venezolana.
Se refirió a la crisis humanitaria como un “periodo tan duro, tan difícil, que ha ido acrecentándose en dificultades”.
Aseguró que desde la Conferencia Episcopal Venezolana existe una línea de pensamiento, una visión y un rol que hay asumir desde la iglesia católica: “no es otro que acompañar a nuestro pueblo. Acompañarlo en esta hora tan difícil con hechos concretos y creo que es lo que le ha dado a la iglesia esa fuerza moral que es el compartir el dolor de nuestro pueblo y hacernos presente en sus dificultades”.
Además, la iglesia católica venezolana está a disposición de la sociedad civil para las orientaciones, de acuerdo a lo que consideran, debe ser el rumbo que debe tomar el país: “las exhortaciones surgidas de la CEV no son otra cosa que la orientación a la sociedad venezolana, por dónde pensamos que deben ir las cosas y qué cambio hay que dar”.
A su juicio, “el estado Bolívar es una muestra de la realidad que vive Venezuela. Nosotros somos, dada la circunstancia, un estado minero con unas dificultades enormes de violaciones de derechos humanos, de contaminación. Todo este mundo de problemas que nos ha traído el arco minero”, manifestó.
Aseveró que las violaciones de derechos humanos y los actos de contaminación son continuos que han traído como consecuencia el desplazamiento de los indígenas pemones cada vez a lo más profundo de la selva.
