En diciembre de 2019 el gobierno nacional pagó a pensionados y empleados públicos parte de los aguinaldos en medio Petro, lo cual movilizó la economía y a la sociedad.
En principio, algunos comercios reportaron que los pagos en Petro se les hacían efectivos rápido. Luego esto cambió y existen múltiples denuncias de los comerciantes que aseguran que no han podido recibir su dinero correspondiente a las ventas con el sistema del Biopago, en divisas o bolívares.
Por otra parte, fue muy lamentable ver a personas de la tercera edad hacer colas de muchas horas, incluso algunos abuelitos dormían a las afueras de los comercios para intentar comprar con su medio Petro con el sistema del Biopago, el cual presentó muchas fallas durante los días del pasado mes de diciembre, en especial, al ser utilizado para el cobro en Petros.
Asimismo, muchos comerciantes subieron los costos de los productos por ser cancelados con Petros, ejemplo, una harina de maíz precocida llegó a costar hasta el doble.
El gobierno nacional ha impulsado el uso del Petro con varias normativas legales. El 19/11/2019 fue publicado en la Gaceta Oficial número 41763 el Decreto Presidencial número 4025, en el cual se estableció que a partir del 01/01/2020 las contabilidades de las empresas publicas y privadas deben llevarse en Bolívares y Petros, con el objetivo de preservar los valores de los bienes inmuebles y de los activos.
El 14/01/2020 fue publicado en la Gaceta Oficial número 6504 el Decreto Presidencial número 4096, en el cual se asienta el cobro en Petro de bienes y tasas de impuestos de parte de las entidades estatales que pueden manejar divisas extranjeras, con la finalidad de preservar los ingresos tributarios al Fisco nacional y controlar la hiperinflación y el origen de los fondos circulantes en la República, cosa muy difícil con “la dolarización” descontrolada, que permite que dineros de procedencia dudosa entren y se muevan en la economía.
El Petro es un sistema que excluye a buena parte de la población. Al ser pensada en la Web y sus diferentes servicios electrónicos, excluye a los pueblos que no tienen Internet de manera continua, como por ejemplo, el estado Zulia donde las fallas eléctricas pueden llegar a dejar sin luz hasta 12 horas de manera recurrente.
También deja fuera a los abuelos, quienes en muchos casos desconocen las nuevas tecnologías y no se acostumbran a utilizarlas, a los ciegos por no poder movilizarse en la página del Petro ni hacer de forma autónoma las operaciones.
Lo antes expuesto, va en menoscabo de los artículos: 19, 20, 21, 80,81, de la Constitución de la República Bolivariana De Venezuela en los cuales se establece:
“El derecho de los ciudadanos al goce pleno de sus derechos, la garantía de desarrollar la personalidad de forma autónoma, la prohibición de la discriminación, la garantía a los ancianos de sus derechos plenamente y la equiparación de oportunidades”.
¡Todo queda en papel, pues la deuda sigue vigente!
Por Moisés Quintero / @MOISESFQUINTERO