Las tres instituciones educativas que están en el sector I de Carapal de Guara, del municipio Tucupita de Delta Amacuro, están siendo atacadas por personas desconocidas desde hace más de un año. Esta realidad ha recrudecido en las últimas semanas en medio de lo que la sociedad civil deltana ha denominado “la fiebre del hierro”.
Francisco Núñez, uno de los ciudadanos que conversó con Radio Fe y Alegría Noticias, destacó que entre los distintos desmantelamientos que han sufrido las tres instituciones educativas, el más reciente se registró el pasado jueves 22 de julio. En esta ocasión, algunas personas desconocidas ingresaron a la escuela Francisco Aniceto Lugo y se robaron tres protectores de hierros de unas alcantarillas.
Los vecinos le atribuyen esta acción a los denominados “chatarreros”, quienes desde mayo del 2021 se han dedicado a recolectar cualquier tipo de material de hierro para vendérselas a los camioneros que llevan ese metal a las empresas que funcionan en el estado Bolívar.
De acuerdo con Núñez, el liceo José Antonio Páez de ese sector está siendo desmantelado progresivamente y aunque la dirección ha denunciado los ataques en un puesto de la Policía Nacional Bolivariana que está a pocos metros de esa institución, los funcionarios no han procedido a investigar el caso. Al contrario, según los vecinos, han dicho que no pueden hacer nada porque son actos de “hampa común”.
“Hace algunas semana empezaron a robar algunas laminas y materiales de hierro del liceo. Lo están desmantelando poco a poco, no sabemos cómo los estudiantes van a iniciar el nuevo año escolar”, manifestó Núñez.
Sin cancha
Por otra parte, vecinos de esta comunidad ubicada en la parroquia Juan Millán de Tucupita, aseguraron que otras de las problemáticas que enfrentan es la promesa incumplida de la construcción de una cancha deportiva-
Alexis Herrera, otro ciudadano que fue abordado en esta comunidad, informó que hace más de 6 años aproximadamente el diputado al parlamento nacional, Pedro Carrero, recorrió este sector y en compañía de algunas instituciones prometió la construcción de una cancha educativa. No obstante, en la actualidad solo se ha convertido en un terreno “abandonado”.
Tras aprobarse algunos recursos, empezaron a construir las bases de ese espacio deportivo, sin embargo, quedó inconclusa. Seis años después ese terreno solo se ha convertido en un pequeño basurero con malezas a sus alrededores.