España vive una escalada de protestas tras detención de rapero

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España vive una escalada de protestas tras detención de rapero Pablo Hasél y la violencia en las calles sigue generando pérdidas materiales en infraestructuras púbicas y privadas.

Las protestas ya arribó su tercera jornada de forma continua y violenta propiciando un choque entre funcionarios de seguridad (los Mossos d’Esquadra) y manifestantes. Los encuentros violentos han motivado varias detenciones.

Solo en Barcelona, la policía ha reportado once detenidos en medio de las disputas, mientras las personas involucradas han quemado contenedoros de basura en el centro de Barcelona.

Las autoridades catalogan los hechos violentos en las calles como desórdenes públicos, actos vandálicos al lanzar objetos contra la policía en varias ciudades de España.

Mientras tanto, los Mossos d’Esquadra, ya han sido denunciados por el uso excesivo de la fuerza, incurriendo en violaciones de derechos humanos.

Por su parte, el mayor Josep Lluís Trapero, jefe de los los Mossos d’Esquadra de Barcelona, defendió la actuación de los agentes durante los disturbios de esta semana en las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél.

Durante un hecho, una joven perdió la vista luego de ser impactada por un «proyectil de precisión» según la prensa española. Este incidente ha puesto nuevamente el foco de atención sobre las actuaciones policiales y supuesto uso excesivo de la fuerza.

Ximo Puig: la cárcel no es respuesta para los delitos de libertad de expresión

Ximo Puig, president de la Generalitat, rechazó la detención del rapero Pablo Hasél y ha asegurado que la «cárcel no es la mejor respuesta para los delitos de libertad de expresión», reseña Europa Press.

Ximo Puig, abogó por la liberación del rapero y una exhaustiva revisión de la legislación española relacionado a las sanciones de origen en la libertad de expresión.

120 mil euros en pérdidas

Desde el momento del inicio de las protestas, la destrucción de las infraestructuras ha estado a la orden del día. Solo la Universitat de Lleida, reportó una pérdida por daños que asciende a 120 mil euros.

Otras destrucciones de infraestructuras y propiedades no han sido valorados, pero no se descarta en una semana de protesta se triplique las pérdidas.