Las tropas militares de Estados Unidos abandonaron definitivamente al convulsionado Afganistán en una retirada planificada este lunes 30 de agosto.
Con esta acción el país norteamericano pone fin a la intervención en esta nación por un período de 20 años en una guerra que se activó tras los atentados del 11-S de 2001, y cuya responsabilidad se le atribuyó a un grupo talibán.
El general al frente del Comando Central del Pentágono, Kenneth McKenzie, declaró ante los medios de comunicación y dijo: «Estoy aquí para anunciar la culminación de la retirada de Afganistán y el final de nuestra misión militar».
Acto seguido salía un avión C-17, minutos antes de la medianoche del 31 de agosto, día que había sido declarado por el nuevo gobierno talibán como plazo final para que Estados Unidos se retirara de Afganistán.
Pero el saldo es sumamente negativo. Por un lado, en las dos décadas de tensión y enfrentamientos bélicos murieron casi 2.500 soldados norteamericanos y decenas de miles de civiles, según las organizaciones humanitarias.
Y peor aún, con la ida de los norteamericanos quedan a su suerte más de 200.000 civiles que ayudaron a las fuerzas extranjeras y hoy temen represalias. En una breve rueda de prensa, el general McKenzie admitió que «no hemos podido sacar a todos los que quisimos».
Por otro lado, a pesar del ofrecimiento del nuevo gobierno talibán de permitir, sin restricciones ni amenazas, la retirada de otras personas que quieran abandonar el país, la Organización de Naciones Unidas prevé una crisis humanitaria sin precedentes.
Desde que los talibanes volvieran al poder a mediados de agosto, EE.UU. ha sacado de Afganistán a unas 120.000 personas en el mayor puente aéreo de la historia bélica norteamericana.
Por su parte, la coalición para combatir a Daesh (Estado Islámico), comandada por el mismo EE.UU., emitió este domingo 29 de agosto un comunicado en el que afirma que seguirá combatiendo a los yihadistas tras la retirada de Afganistán.
Según dijeron sus integrantes, usarán «el poder militar, de inteligencia, diplomático, económico y de aplicación de la ley para asegurar la derrota de esta brutal organización terrorista» tras la retirada culminada ayer.
Con información del diario ABC de España
