Este no es el transporte de incapacitados

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Terminal de Charallave transporte
Foto: cortesía Últimas Noticias

Son las 10 de la cálida mañana tuyera. Voy guiándome con mi bastón de rastreo por las calles de Charallave. Llego al terminal de pasajeros a la parada de camionetas que van para Ocumare del Tuy. Me dirijo a la que está cargando, pregunto si hay puesto y un muchacho que trabaja en esas unidades me responde que sí, que suba. Me dispongo a ingresar a la buseta y repentinamente alguien dice: “ahora no estoy para cargar enfermos y gratis. Ese no va a pagar, así que descuéntaselo al fiscal porque fue quién lo dejó subir”. Le indico al conductor que voy a pagar mi pasaje como siempre lo he hecho y le enseño el dinero y le pido que pase cobrando. Al recibir el pago, cuenta incrédulo.

En otra oportunidad, un presunto fiscal me impidió el ingreso a una camioneta argumentándome: “este no es el transporte de los incapacitados. Llégate a la alcaldía que ellos te den”.

Asimismo, estos ciudadanos irrespetan a los adultos mayores. Además, colocan la música a altos volúmenes complicando al usuario las solicitud de las paradas. En este contexto, sería oportuna la intervención del Estado para velar por los derechos de la ciudadanía, pero lamentablemente no hay una presencia efectiva de las autoridades con competencia en materia de transporte terrestre.

En varias oportunidades, algunos choferes, colectores y presuntos fiscales de las paradas de camionetas impiden subir a las unidades a las personas con discapacidad o adultas mayores, argumentándoles que las personas de la tercera edad ya están completas en la buseta, aunque no esté ningún pasajero con esas características.

Los abuelos: los otros maltratados en el transporte

Tristemente, los abuelos en las camionetas en ciertas oportunidades son maltratados por esa minoría de conductores que al parecer su trabajo es brindar un mal servicio al publico.

Durante años, las alcaldías han asignado carnet a los adultos mayores que los exoneran del pago del pasaje. El artículo 39 de la Ley para las Personas con Discapacidad establece la gratuidad del pasaje en rutas cortas y la cancelación de la mitad en las rutas largas.

No obstante, hay usuarios que siempre cancelamos el pasaje en todas las rutas y así lo reconocen los profesionales del volante que por ejemplo, en mi caso, durante años me han trasladado. Pero igual se me impide abordar las camionetas cuando son estos ciudadanos que desconocen su responsabilidad para con los usuarios a quienes están cargando.

No hay derecho

Se entiende la necesidad de cobrar el pasaje para hacer el debido mantenimiento a las busetas, algo que no siempre se cumple, pero los usuarios que sufrimos la nefasta crisis vivida entre los años 2016-2020 de falta de camionetas que tristemente eran sustituidas por camiones, incluso en mal estado, tenemos la esperanza que los transportistas puedan mantener sus carros operativos para contar con el servicio. Pero eso no quiere decir que tengan derecho de agredir al usuario por solo tener una discapacidad o ser de la tercera edad; recordemos que el derecho de uno termina en donde empieza el del otro y el desconocimiento de la ley no exonera de su cumplimiento.

Algunos voceros de la dirigencia del transporte explican que los adultos mayores y personas con discapacidad están exoneradas del pago y que no se deben maltratar al usuario, pero algunos de sus compañeros incumplen estas disposiciones.

Quién suscribe este artículo lleva años viajando en transporte de diferentes rutas y reconoce que la mayoría de profesionales del volante hacen su trabajo, pero es empañado por los ciudadanos que no hacen su labor de brindar un buen servicio y al parecer no son tomados los correctivos adecuados.

¿Y qué pasó con los artículos 19, 21, 55, 80, 81, de la Constitución Nacional?

Allí se lee: la garantía del Estado a todos los ciudadanos del goce pleno de todos sus derechos, la prohibición de todas las formas de discriminación, la obligación de los funcionarios públicos de proteger a los seres humanos, la equiparación de oportunidades y el respeto a la integridad de los adultos mayores.

Todo queda en papel, porque una cosa es la que se escribe y otra la que se vive.

Moisés Quintero es periodista y locutor invidente. @moisesfquintero

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