El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) anunció este 1 de noviembre que comenzará una huelga de hambre y le pidió a sus seguidores que hagan una pausa en los bloqueos en las carreteras. Esto, con el fin de que exista un diálogo con el gobierno de Luis Arce y con mediación internacional.
“Y he decidido, para viabilizar el diálogo, (que) voy a iniciar una huelga de hambre hasta que el Gobierno instale dos mesas de diálogo, primero por el tema económico y segundo por el tema político”, expresó Morales a través de sus redes sociales.
A juicio de Morales, considera necesaria la participación de organismos internacionales o países amigos porque asegura que el Gobierno “no quiere entender temas legales ni técnicos”.
Además, dijo que “el Gobierno tiene que replegar toda esa represión, esa movilización militar y policial” y afirmó que si ocurre un hecho de sangre será responsabilidad del Presidente.
Evo Morales entrará en huelga de hambre en la sede de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, donde está atrincherado desde hace 19 días ante la posibilidad de que emitan una orden de captura en su contra por una investigación por presunta trata de personas y abuso sexual.
Al mismo tiempo, sus seguidores bloquearon rutas en Cochabamba para que se retiren los procesos judiciales en su contra, así como también para exigir una solución a la situación económica del país y por la defensa de la candidatura presidencial del líder oficialista para las elecciones de 2025.
Con información de EFE
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