La activista Berta Cáceres fue asesinada en 2016 mientras lideraba una lucha para evitar la construcción de la represa hidroeléctrica Agua Zarca, en Río Blanco, Honduras.
En noviembre de 2018, la Justicia hondureña condenó a siete hombres por el asesinato de la activista Berta Cáceres. Sin embargo, todavía las sentencias no están ratificadas. Sus hijas Bertha Zúniga Cáceres, Laura Zúniga Cáceres, Olivia Zúnica Cáceres y su hijo, Salvador Zúniga Cáceres exigen justicia.
“No podemos permitir que la Justicia se demore más. Exigimos a la Corte Suprema, presidida por la magistrada Rebeca Raquel, que confirme las ocho sentencias ya emitidas”, declaró Salvador a medios internacionales.
En la causa por el asesinato de Berta Cáceres también se condenó, el 5 de julio de 2021, a David Castillo, exdirector ejecutivo de la Empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA), que está señalado como coautor del crimen.
Berta Cáceres y la lucha de los líderes indígenas
El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) convocó un acto, en La Esperanza, Intibucá, en el octavo aniversario de lo que denominan “la siembra de Berta Cáceres”.
Como lema, utilizaron una emblemática frase de la activista asesinada: “¡Quiero que las autoridades entiendan que las exigencias de los pueblos indígenas no son caridad. Estamos pidiendo justicia por nuestros derechos!”.
El encuentro dio lugar a un momento de espiritualidad, con una ofrenda en el cementerio donde descansa su cuerpo y un concierto en homenaje a su legado.
#BertaCáceres: Desde Radio Progreso y el ERIC nos unimos a todas las voces nobles de Honduras y el mundo. Nunca podremos callar nuestra voz en demanda porque haya justicia para Berta Cáceres, porque su justicia es la justicia del todo el pueblo hondureño.@COPINHHONDURAS pic.twitter.com/ltPLWKtGEk
— @Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (@EquipoERIC_SJ) March 2, 2024
La lucha de Berta
Berta Cáceres era feminista y luchaba contra el patriarcado y la violencia dentro y fuera de las comunidades. Ella denunciaba el acoso sexual y peleaba por derechos sexuales y reproductivos.
Pero su lucha era por un feminismo sin extractivismo. “No nos gusta el feminismo de élite, que está muy alejado de la lucha de las mujeres y de la lucha por el agua y los territorios”, para su hija, la lideresa es su “mami” y, también, un símbolo feminista.
Berta decía, según recuerda su hija, que “el sistema más antiguo y complejo de dominación era el sistema patriarcal”. Por eso, luchó para elevar su participación política y condenó la violencia y el ultraje contra las mujeres que alzan la voz.
Con información de El Diario.es
Sigue todas nuestras entrevistas y la información que se produce desde las regiones uniéndote a nuestros canales de Telegram y WhatsApp.