Tras dos meses recluida en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) falleció una mujer de 50 años de edad producto de un paro cardiaco a causa del hongo negro.
Según fuentes oficiales la señora se encontraba en la unidad de cuidados intensivos de este centro asistencial en donde murió el pasado domingo 19 por complicaciones respiratorias.
En su momento fue diagnosticada como la primera persona que padecía de la nueva enfermedad hongo negro en el país.
Rubén Darío Gallo, director de la Corporación de Salud en el estado Mérida, dijo a un medio local que trataron de salvarle la vida a la paciente pero no fue posible.
“Todo producto de una patología de la COVID-19 que arrasa con lo que devenga y esta es una paciente diabética, estaba descompensada y produjo una serie de alteraciones y más bien el cuerpo médico hizo todo lo que pudo por salvarle la vida pero no fue posible”, aseguró Gallo.
El director de Corposalud en la entidad mencionó recientemente que la señora presentó una serie de síntomas, entre ellos congestión nasal, visión borrosa, fiebre, dolor de cabeza, inflamación en la cara y lesiones negras faciales.
Además, señaló que esta paciente comenzó con una COVID-19 leve y presentó una inmunosupresión. En el mes de agosto a la ciudadana se le había efectuado unas limpiezas quirúrgicas respondiendo satisfactoriamente pero luego se complicó.
“Fue un caso autóctono de la ciudad de Ejido, no fue contagiada por nadie como andan diciendo por ahí que fue importado de Brasil, no fue así”, aclaró Gallo.
