Esta es la historia de Iraima Ruiz, quien vive desde hace 48 años en una humilde vivienda en la intercesión de la calle principal del barrio Bolívar y la carretera trasandina en la ciudad de San Cristóbal.
A diario son salpicados por los carros que caen en una alcantarilla que está al lado de su casa y por donde brotan aguas blancas. Allí habita con sus hijos, nietos y madre de 75 años.
Y es que precisamente en la calle principal del barrio Bolívar en San Cristóbal, que enlaza con la carretera trasandina, la vialidad está en pésimas condiciones. Además no llega el servicio de gas doméstico, se reportan fallas de energía eléctrica, no pasa el camión de aseo urbano y ahora se suma el racionamiento de agua potable.
A todo este panorama se suma un enorme hueco que ha socavado el asfalto de la intersección, entre la calle principal y la carretera nacional, donde brotan aguas blancas desde hace aproximadamente dos años. De acuerdo a lo que expresaron los habitantes de este sector, la empresa estadal Hidrosuroeste fue la responsable de realizar mal los trabajos de reparación.
Comentó la señora Iraima que cuando los carros caen en este enorme charco de agua, los bañan. Esto les ha ocasionado problemas para su salud.
Para poder sobrevivir, en la entrada de esta humilde vivienda venden víveres y hasta pan, y muchas veces pierden sus mercancías cuando les cae el agua que salpican los carros al pasar.
Nos comenta esta humilde habitante del barrio Bolívar de San Cristóbal que se ha enfermado en varias ocasiones.
De acuerdo a los habitantes de este sector, transeúntes y trabajadores de comercios y talleres mecánicos han tenido que destapar en varias oportunidades esta alcantarilla.
Dicen que hace un año paso la alcaldía de San Cristóbal y reparó la vía, pero indican que mientras no se resuelva el problema del bote de aguas blancas, cualquier capa asfáltica se vuelve a deteriorar.
Por Jorge Labrador | Radio Fe y Alegría Noticias
