Los familiares de los migrantes desaparecidos en la isla colombiana de San Andrés crearon un comité para exigir a las autoridades que se siga buscando de acuerdo a los protocolos internacionales.
El pasado 21 de octubre, un grupo de 38 migrantes salió en lanchas desde la isla de San Andrés con rumbo a Nicaragua, la mayoría buscaba continuar la ruta hacia los Estados Unidos y evitar el Tapón del Darién.
Sin embargo, ese mismo día los familiares dejaron de recibir mensajes de los migrantes, inmediatamente denunciaron la desaparición.
Con el paso de los días, las familias crearon el Comité Internacional de Familiares y Amigos Migrantes Venezolanos Desaparecidos. En este grupo se organizaron para denunciar las irregularidades en la búsqueda.
Seguir buscando a los migrantes desaparecidos
Un grupo de integrantes del comité viajó a Colombia el pasado 2 de diciembre para reunirse con las autoridades y exigir el cumplimiento de los protocolos de búsqueda.
El viaje fue producto de una invitación que les hizo la procuradora colombiana Margarita Cabello, quien se comprometió a brindar los apoyos necesarios para seguir la búsqueda.
Entre tanto, el monseñor Mario Moronta, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, en Venezuela se sumó al comité de búsqueda.
“Decidimos acompañar a los seres queridos de las personas que están desaparecidas en la embarcación que partió de San Andrés”, dijo el sacerdote.
También hizo un llamado a las autoridades venezolanas y de otros países para proteger al pueblo.
Pasaportes encontrados
El pasado 31 de octubre, en el sector El Limón, en Costa Rica, un pescador encontró ocho pasaportes y dos cédulas de identidad.
Los documentos encontrados corresponden a los migrantes desaparecidos desaparecidos de la Isla de San Andrés. Entre los documentos se encuentran dos pasaportes de menores de edad, cuatro mujeres y dos hombres.
Capturados por tráfico de personas
Entre tanto, las autoridades colombianas anunciaron la captura de 24 personas que presuntamente pertenecen a una banda llamada “La Agencia”.
Este grupo criminal gestionaba el tráfico de personas desde Colombia hacia Estados Unidos, Canadá y Australia. Operaban desde seis departamentos de Colombia.
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