Las familias damnificadas por las inundaciones se han desplazado a Tucupita, la capital del estado Delta Amacuro.
En el primer grupo que arribó el jueves 1ro. de septiembre están 15 menores de edad y 20 personas adultas. Este desplazamiento se debe a las inundaciones y las condiciones complejas que ha generado el aumento del nivel del agua.
Este número de personas son precedentes de Bocal Latal, una comunidad indígena que dentro de los límites del municipio Tucupita. Es también denominada zona fluvial, debido a las condiciones naturales del ambiente.
Cinco casas fueron arrastradas por la fuerza del agua y otras 150 e igual número de familias pudieran resultar afectadas si persisten las lluvias y el aumento gradual del nivel del agua.
Según Reinaldo Moya, esto ha traído como consecuencia también un auge de casos de diarrea y fiebre en la población infantil. En algunos casos ameritan traslados de urgencia al hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita.
Ante la falta de ambulancia y un motor fuera de borda, se han visto obligados a trasladar, al menos, a dos menores de edad a remo teniendo que navegar un día y una noche. Con una ambulancia fluvial esta labor sería realizada en menos en tres horas.
Familias damnificadas sin siembras ni cosechas
Reinaldo Moya, originario residente de Boca Latal, informó que aunado a la crisis humanitaria profundizada por las inundaciones, las plantaciones de los originarios se perdieron en su totalidad.
«No tenemos siembra. Lo que ya habíamos sembrado se perdió porque el agua inundó las tierras», dijo Reinaldo Moya, vocero de Boca de Latal.
Ante este hecho, exigen al gobierno regional y municipal ayuda con alimentos, ropa y medicinas para afrontar este difícil momento.
También pidieron al gobierno y sus organismos la entrega de insumos de trabajo para poder labrar la tierra una vez que pasen las inundaciones.
“Necesitamos hachas, machetes, hamacas, trenes para nosotros trabajar después de que esto pase porque no tenemos nada”, dijo Moya.
Este no es el primer grupo de familias damnificadas que se desplazan por las inundaciones y la crisis humanitaria compleja que vive Venezuela.
En julio de 2021, se vivió uno de los éxodos más notorios de originarios hasta Tucupita, fenómeno que persiste hasta inicios de septiembre.